lunes, 28 de mayo de 2012

Librepensamiento

Hoy desperté al frío de lo estático, y recorrí la habitación vacía con la mirada.
 ¿Conoces esa sensación de estar en una habitación con alguien durmiendo en ella?
 No estás solo del todo, aunque esa persona esté durmiendo y no pueda oir lo que dices, ni verte, ni saber que estás ahí...tiene presencia.

No es una soledad plena, absoluta o aterradora, pero tampoco es una soledad tranquilizadora.
 Es más bien como un silencio más escondido entre el resto de silencios de la estancia que reposa imperturbable.

 Hoy desperté, y pude contar tres silencios en la habitación.
 -No importa, no quiero hablar de eso-
Pesaban sobre mi espalda como cinco montañas.

 - La costumbre no hace más llevadero el terrible pesar.
La luz no se atreve a pasar por aqui.
El tiempo hace mucho que se escapó de éste sitio.
No hay respuestas.
 Nadie habita éste lugar.
 Ni siquiera nada dentro de éste cuerpo.-

 Quisiera poder gritar emocionada que hoy desperté y me di cuenta de que podria vivir mil dias sin comer. Quisiera saltar de felicidad por los resultados de la báscula de ésta mañana.
 O reir a pleno pulmón por contar los días del calendario marcados como "ayuno absoluto".

 -Pero no me queda ya garganta para gritar, mi voz no es más que un susurro ronco y lejano-
Yo no necesito ya más oidos que escuchen, hace tiempo que dejé de lanzar S.O.S.s al vacío. Ya no busco más las respuestas que nunca llegaron.

 -Y éstas piernas ya no saltan más. Se han arrastrado durante demasiado tiempo, se han vuelto inútiles- Vivir mil dias sin comer, cuando ni comiendo nada tiene sentido, no es más que morir despacito. Sin prisas. 

- No te puedes reir si no te quedan pulmones -
A veces tengo miedo de que se me olvide el sonido de las risas.
El humo lo aleja todo, estira las distancias, los sonidos, proteje la mente mientras la destruye despacio.

 Es reconfortante asumir que cuanto más pequeñita sea, más fácil será evadir los disparos.