martes, 25 de junio de 2013

Las tantas de la madrugada. 
Estoy sufriendo una muerte neuronal acelerada; me fumo mi yerba, mis vida, mis ganas.
Me fumo el espacio libre que hay a mi alrededor, el hueco de la habitación, el vacío. 
La figura en negativo que dibujan las formas de los muebles y las paredes, incluso yo misma. 
Me fumo la sustancia invisible que me rodea para que ni el aire pueda tocarme, y no sentir nada.
Para experimentar la inexistencia, alcanzar la insensibilidad.
Con los sentidos entumecidos observo la pantalla encendida. 
Se me antoja lejana, de alguna manera las distancias se han estirado y han densificado el tiempo. 
Hay sintonizado un canal yanki, concursos de belleza de niñas de 6 a 9 años. 
Realmente no estoy prestando atención, pero intuyo las voces.
Alguien pregunta a las niñas por qué quieren ganar el premio. 
Con cierto tono de asombro escucho las respuestas pasar frente a mí.
Todas las niñas están de acuerdo en que quieren un teléfono móvil.
Apenas siento mis dedos, pero siento el asco, asco inmensurable.  
Estoy a punto de cometer suicidio cerebral matando mi última neurona sana, 
cuando en la pantalla aparece una niña rechonchita, de cara redonda y sonriente, 
y con pasmosa confianza, extrañamente ajena a todo lo demás y haciendo frente a toda lógica,
dice: "Pues yo quiero ganar los mil dólares porque quiero una vaca."
Algo, no se el qué, se ha activado en mi cabeza por un instante.  
Me lanzo una mirada cómplice a mí misma y deseo con todas mis fuerzas que gane la niña gordita.
Entonces soy consciente de que esa niña nunca tendrá su vaca, y me da igual. Que se joda. 



En el carnet de conducir de tus otras personalidades pone que vives en el espejo.*


sábado, 22 de junio de 2013


Hoy el conocimiento es buscar el favor del otro. 
Simboliza el asesinato de uno mismo. 
Ésta es la resolución, el final de todo el progreso. 
Una vaca sagrada con las tetas enfermas. 
La muerte de la evolución, 
sangrar la vida lejos. 
Arroyos que farfullan los sonidos de la tortura. 
La condición humana es heredar claustrofobia. 
La compresión total de mi espacio completo. 
Me gustaría arrancarme las entrañas con una mano, 
sólo para estar sola, inanición total. 
Condenados al ostracismo por la claridad de visión. 
Paradojas de socialización en los resultados de coacción. 
Os enseñaré cómo he dominado el miedo. 
El dolor, el odio, la rabia y la energía. 
Éste... es el arte de la ruina. 






martes, 18 de junio de 2013

Quien recurre a la ley en contra de su prójimo, es un tonto o un cobarde. 
Quienes no pueden cuidarse por sí mismos sin esa ley, es ambos. 
Por eso un hombre herido ha de decirle a su agresor;
Si muero, eres perdonado. 
Si vivo...¡¡¡ te asesino...!!! 

lunes, 17 de junio de 2013

.



Pasando las páginas de mis fantasías y
empujando toda la misericordia hacia abajo. 
Quiero verte intentar sentirte como yo, ven, 
voy a ponerte en el puto suelo. 

Todo mi odio no puede ser limitado. 
Yo no me ahogaré en tu proyección
sin pensar. 














Eh, tú, piensas que puedes aventar agua al fuego, mentiroso.


domingo, 16 de junio de 2013

poesía. 

sábado, 15 de junio de 2013

- Ya veremos lo que piensas cuando tengas mi edad. 
- Cuando tenga tu edad desearé llevar diez años muerta. 

Si tuviese esperanza en una mano,
y mierda en la otra, 
¿de cuál tendría más...?


miércoles, 12 de junio de 2013

-¿Por qué querías suicidarte?
- Dejé una nota
- ... ¿puedo leerla?
- No. 
- ...y, ¿me la puedes contar de memoria?
- No.
- Joder, ¿tan dura era?
- Pues claro. Era una nota de suicidio. 



Lo mejor para perderle el miedo a la muerte
es convertir tu vida en una mierda tan gorda
que la muerte deje de ser el problema 
y se convierta en la solución. 


lunes, 3 de junio de 2013



Esperaba sentado sobre el capó del coche. 

- Tenía miedo de que no vinieras. 
- Estaba intentando decidir qué bragas ponerme. 
- ¿Y cuáles has escogido?
- Ninguna. 

Sé que hay mujeres en el mundo, por ejemplo mis ex-amigas, que habrían dejado a sus hombres en el preciso instante en que éste les pusiera un revólver en la mano, pero yo no. 
Siendo sincera creo que aquello hasta me puso cachonda. 

- Nos piramos para siempre.

Para nosotros, vivir de otra manera era impensable. 
La gente honrada que se mataba en trabajos de mierda por unos sueldos miserables, que iba a trabajar en metro cada día y pagaba sus facturas estaba muerta, eran unos gilipollas, no tenían agallas.
Si nosotros queríamos algo lo cogíamos, y si alguien se quejaba dos veces le dábamos tal paliza que jamás volvería a quejarse. Era simple rutina, ni siquiera lo pensábamos. 

Pero, cuando vives de ésta manera, nadie te dice que van a matarte. 
No hay peleas, ni insultos, como en las películas. 
Los asesinos llegan con una sonrisa. 


domingo, 2 de junio de 2013


-¿Qué miras?
-Tu pierna. Me gustaría rompértela. 





Tod*s   put*s.