jueves, 5 de febrero de 2015

No puedo sentir el calor 
hasta que me quemo. 
Nunca recuerdo dónde estaba la línea
hasta que la vuelvo a cruzar. 
No conozco mi valor
hasta que recibo los golpes.
Y no voy a encontrar el ritmo
hasta que me pierda en él*..
No puedo entender lo que viene de frente
si no comprendo lo que tengo detrás.
Se bien que no se aprende a volar 
hasta que se está al borde del acantilado.

2 comentarios:

  1. Hasta que sobrepasamos los límites sin saberlo y nos perdemos, y nos destrozamos pero aprendemos a vivir con ello.

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escupe.