lunes, 13 de abril de 2015

Gracias al universo, 
para ser tatuadora no es necesario 
firmar nada parecido a un juramento hipocrático. 

Tarde de chonis, odio las tardes de chonis.
En plural, (porque aunque tatúes sólo a una
siempre llevan un séquito de sus semejantes con ellas).

Visualicemos la movida:
Cinco pavas detrás de mí, cotorreando incesantemente, haciéndose selfies,
invadiendo mi espacio personal y peor aún, mi espacio de trabajo.
Fumando, comiendo, bebiendo.
Peor, hablando con la jodida boca llena.
Cualquier atisbo de cultura o inteligencia extinto, 
(creo que tenían faltas de ortografía hablando).
Revoloteando por todas partes y soltando exuberantes carcajadas,
pretendiendo en todo momento demostrar lo geniales que son ellas y sus vidas,
y para ello pretendiendo degradar y denigrar al resto de seres vivos presentes. 
Ésas, esas son el tipo de persona que me fustigaba en el instituto,
y a los que eran como yo, o simplemente diferentes a ellas.
Mirando a todos por encima del hombro, 
creyéndose dueñas de cuanto alcanzan a ver. 
Pequeños y repugnantes granos de pus endiosados... 

Soy profesional, la calidad de mi trabajo nadie puede discutirla. 
Pero para alcanzar ese resultado óptimo puedo llevarte por muchos caminos. 
-Puedo convertirte la experiencia en un paseo por la playa, 
o en un jodido infierno tan atroz que jamás quieras volver a tatuarte.-

Gente, ¿no sabíais que los tatuadores son intocables y respetados en las cárceles...?
¿Por qué creéis que es...? No sólo podemos haceros sufrir como a perros,
podéis acabar con la polla más venosa y realista imaginable en la espalda. 
Es un concepto primario muy simple; te interesa caerle bien a tu tatuador, 
igual que a tu camarero si no quieres que escupa en tu plato.

- Por un segundo he sentido el placer de vengarme de todas las zorras de éste planeta
en el brazo de esa pobre ingenua creída. 
Me encanta, adoro, amo mi trabajo. 


4 comentarios:

  1. Faltas de ortografía hablando jajajaja
    Pobrecillas, bastante tienen...
    Una polla no pero yo sí que lo habría hecho mal a posta

    ResponderEliminar
  2. No sabes la alegria que me acaba de producir tu comentario...espero que encima haya sido de color y que le hayas sombreado como solo tu seguro que sabes hacerlo.
    Por ti y por mi y por todas las chonis en mallas de tooodos los parques españoles.
    Por perras, gilipollas, incultas, molestas, maleducadas, desmerecidamente creidas etc etc...
    Las chonis...esos seres que deberian extinguirse urgentemente para mi descanso visual y auditivo en esas tardes de parque....en las que comer piedras es preferible que aguantar su presencia....
    Un saludo kiffi.

    ResponderEliminar
  3. No.Nunca tienen bastante.De ahi que resulten tan indigestas.
    De hecho no se como siendo un bulto de carne con ojos se puede ser tan prepotente...de verdad que para mi es todo un misterio...Luego estamos los demas con problemas de autoestima y tal...muy extraño si.Debe ser que vivimos el negativo fotografico de la vida "real" o algo asi.

    ResponderEliminar

escupe.