domingo, 31 de mayo de 2015

- Pero, ¿a dónde te vas?
- A donde sea, el resto sois todos imbéciles.

sábado, 30 de mayo de 2015

Y aquí sigo,
haciendo las cosas a mi estilo,
O sea*
rematadamente mal.

Me alzo sobre una montaña de escombros,
con la ropa rasgada y cubierta de hollín y sangre.
Un humo blanco y denso envuelve todo y distancia los sonidos,
a través de él percibo los esqueletos tambaleantes de los edificios colindantes. 
Hierros oxidados y retorcidos se levantan de entre los restos,
se escucha el sonido del agua a lo lejos, quizá alguna tubería rota que vomita agonizando. 
Miembros descuartizados gotean charcos de sangre, huele a fuego, a cadáver, nieva ceniza. 
Me mantengo de pie, contemplando, esperando. 
Poco a poco los gritos desesperanzados tiñen la escena con puro terror.
Sirenas a lo lejos, que no llegan a tiempo.
Y por encima de todo, desato una carcajada feroz...
-Lo he hecho yo, ¡he sido yo, insectos..!
¡Acabaré con todos, y lo haré despacio! 
¡No tenéis ni idea del monstruo que habéis creado..!
No me vais a ver venir...Dejaré pilas de cadáveres a mi paso...- 
Me siento mejor.
Lo único que mejoraría la escena sería una bala certera 
entre mis ojos justo en ese momento.


jueves, 28 de mayo de 2015


Veces en las que el pasado se cuela por alguna grieta 
y se presenta en tus narices sólo para abofetearte. 

He encontrado -por casualidad- los vídeos de la universidad.
Desperdigados por todo youtube, una ristra de escenas
donde se ve a la yo de hace 6 años
gorda (para variar), rodeada de gente, haciendo el ridículo supremo.

En algunos salgo colocada... en otros sólo soy yo, 
que es peor porque así nada me justifica mi vergüenza propia. 

En el piso de estudiantes, en la clase de dibujo,
en clase de escultura, en la cafetería del campus, 
en bares, en la calle... 

No me reconozco. 
No quiero ser yo.
Ni la que sale en los vídeos,
ni la que escribe aquí.
No puedo ser.


martes, 26 de mayo de 2015

Es como si hubiese pausado todo
con la esperanza de cambiarme a mí misma,
dejar de ser lo que soy y de darme vergüenza, 
encontrar un modo de no ser repulsiva y 
alguna especie de sentido a mi existencia
antes de volver a darle al play*
y atreverme a intentar vivir una vida
de la que ahora, así, no soy merecedora
ni capaz de vivir.
Me gustaría -necesito- 
ser una persona lo suficientemente valiosa
como para que ofrecer mi compañía a quien aprecie
sea un regalo, en lugar de una maldición.
Pero ¿cómo hago eso?
¿Cómo me vuelvo "apta"?

Creo que debería empezar por perder 300kgs
y luego empezaré a buscar la forma de lavarme el cerebro
con la esperanza de ser algún día algo medianamente normal,
si es que acaso todavía me queda energía para eso
y no me desangro por el camino.
Sólo tengo que dejar de ser yo,
y ser cualquier otra cosa.  
"¿Por qué lo tuvo (a su hijo) entonces...?
Nada consume carbono como un humano del primer mundo.
Y aun así usted creó uno. 
¿Por qué? ¿Por qué haría eso...?
Producirá 515 toneladas de carbono durante su vida.
Eso equivale a cuarenta camiones.
Traerle a él es el equivalente a casi 6500 vuelos a París.
Podría haber volado 90 veces al año, ida y vuelta, casi cada semana de su vida,
y todavía no tendría el mismo impacto en el planeta que su nacimiento. 
Por no mencionar los pesticidas, detergentes, la enorme cantidad de plásticos,
los combustibles nucleares usados para mantenerle caliente. 
Su nacimiento fue un acto egoísta. Fue brutal.
Ha condenado a otros al sufrimiento.
De hecho, si realmente le importara,
lo que haría sería rajarle la garganta ahora mismo. 
O yo podría hacerlo por usted.
Podría sacar mi cuchillo,
hacer una incisión en su cuello, e irme.
Cogería mi autobús allí 
y usted habría hecho más que su parte 
por el futuro de la humanidad. 
Podría hacerlo ahora..."


Utopía


No se de quién es la mano invisible
que frena mis dedos psicópatas 
cuando ya me ha reventado el cerebro
y se disponen firmes y fríos
a amputarme los miembros de todo el cuerpo
con la esperanza de desangrarme y encontrar
una muerte lo suficientemente agónica
como para sentir -como si fuera posible-
que alcanzo a pagar aunque sea un uno por cien
del castigo del que me se merecedora. 
-Cada segundo respirado
añade una hora más a la deuda.-
La vergüenza que me doy es tal
que no alcanzo a encontrar palabras para describirla.
El ser ridículo en el que me he convertido
-o acaso el que nací siendo-
debe -debería- morir esta noche. 

Basta de delirios y de manos invisibles.
No debo existir.
No me dejéis pensar otra cosa. 

domingo, 24 de mayo de 2015



Hay en este ir dejando que transcurra
la vida sin dar fruto, en esta voluntaria
renuncia a hacer en la que tantas veces
me mantengo y que no tiene, en mi caso,
ninguna relación con la pereza,
ni con el yermo escepticismo, ni
con esa sequedad del corazón que a muchos,
a mi edad, para siempre les niega la palabra,
hay en este abstenerse deliberado, acaso,
no sé, como un extraño amor por el peligro,
como un oscuro afán irreprimible
de tentar a la suerte andando por el borde
de un abismo espantoso. En ocasiones, pasan
largos meses enteros en los que nada escribo,
en que me opongo inexplicablemente
a cumplir el deber que justifica
mi existir. Y me digo: "Hace ya muchos años
que dejé de ser joven; va acortándose el tiempo
del que tal vez disponga para llevar a cabo
la labor aún pendiente: los poemas
que porfían y aspiran al aire y a la luz
y que sin forma habitan en las sombras
de mi silencio. No hay mayor tristeza
que la de aquello que queriendo alzarse
con crece y se transforma en flor, en vida
que se afirma y que canta". Sin embargo, persisto
en la inactividad, mirando, absorto,
lleno de culpa y de desasosiego,
al fondo del abismo: la nada que desdice
mis viejas ilusiones, la fe que me sostuvo,
mi voluntad de ser frente a la muerte.

Eloy
Sanchez


Rosillo
Noto que necesito algo que no existe en éste universo o línea temporal,
porque aquí no nació la persona que tenía que inventarlo.
Algo sin lo que no puedo vivir, cuya ausencia me debilita y me pudre.
Y no se lo que es, sólo noto el hueco que deja en mi alma.
Supongo que en otro universo hay una yo jodida porque allí no existe la yerba,
y tiene exactamente la misma presión en el pecho,
y se pregunta qué es lo que necesita que no sabe donde o cuando existe,
pero no allí, donde le hace falta y le arrebata la vida. 
Quizá no sea un algo y sea un alguien.
Quizá si exista aquí y ahora.
O en ningún sitio jamás.
Quizá solo estoy paranoica
o soy imbécil. 

sábado, 23 de mayo de 2015

Desnudo soñando una noche solar.
He yacido días animales.
El viento y la lluvia me borraron
como a un fuego, como a un poema
escrito en un muro.

Pizarnik

viernes, 22 de mayo de 2015

- ¿Y tú por qué no quieres tener hijos?
- No me parece que valga la pena invertir en esta especie. 


Medicina para mi alma,
veneno para la mayoría.




Faltan dos días para la puñetera fiesta. 
He intentado anular mi asistencia hasta tres veces, sin éxito. 
Me angustia tanto la idea que no he comido nada en varios días...
(¿dos, tres...? pierdo la noción de mi ayuno...)
Me miro en el espejo de perfil y veo que se me hunde la tripa,
si aguanto la respiración me sobresalen las costillas por debajo del sujetador. 
Y aún así llegaré a la fiesta y seré la más gorda del sitio. 
Necesito que se acabe el mundo hoy. 


En serio, no puedo dormir. 

Soy invocadora de bestias y cazadora de almas, nivel 188. (máx 200).
Los de mi raza, medio salvajes, somos conocidos como "Osamodas" (léase al revés),
reconocidos por todos como los únicos con el poder de la resurrección. 
Tengo un par de cuernos y una cola larga y negra en forma de flecha.
Discípula de Silvosse, leal a la orden del Ojo Atento y a la ciudad de Bonta.
Domino el fuego y el arte del camuflaje, curo, protejo y potencio a mis aliados.
Espía ilustrada, cazadora de renegados, asesina suprema y maestra de los espejismos,
son algunos de mis numerosos títulos y medallas.

Vamos, que soy la polla en vinagre y no se me resiste ningún enemigo. 
Juego a Dofus porque allí, como se aprecia, cualquier cosa es posible.
Y llevo jugando casi tres años, ojo, que todo eso no lo he conseguido así como así. 
De hecho, todo eso lo he conseguido completamente sola. 
Sin el respaldo de gremios, alianzas ni otros jugadores.

Porque al parecer, cualquier cosa es posible en el Mundo de los Doce...
excepto que yo "haga amigos"*

Porque eso es imposible en ese, en éste y en cualquier otro universo.
Porque llegáis a darme asco incluso desde otros países y a través de la pantalla. 
Porque me siento abrumadoramente sola en mitad de éste océano de incomprensión.
Porque no puedo entenderos, y vosotros a mí menos aún, aunque hablemos el mismo idioma.

Me parecéis todos basura espacial y ratas del infierno, 
sin importarme edad, sexo, raza, religión o país de origen. 
No os soporto, morid. 

jueves, 21 de mayo de 2015

La jodida metáfora perfecta*



lunes, 18 de mayo de 2015

Sólo un montón de huesos y un poco de ceniza
es todo lo que queda de mí bajo ésta piedra.
La vida fue muy corta; la muerte no termina:
siempre está comenzando una vez que comienza.

Eloy Sánchez Rosillo

domingo, 17 de mayo de 2015

Quisiera agarrarte con firmeza y lamer esas heridas. 
Hacerlo de forma que aprietes los dientes y me gruñas,
que te escuezan y te quejes, que reniegues y resoples.
Lamería como si no hubiese mañana,
para que no lo volvieras a hacer.

Pero entonces tu me harías lo mismo
y no podríamos parar hasta que se nos gastasen las lenguas.

sábado, 16 de mayo de 2015

No se qué pasó, que la vida se quedó alejada de lo que era la realidad. 
Ya no recuerdo el número de veces que me he encontrado partida en dos,
con el corazón en la garganta y el alma saltando al vacío. 
Ni todas las palabras cargadas de veneno que he lanzado indiscriminadamente.
Puede que sea la única persona sin sentido en éste círculo de errores,
porque sigo golpeando una y otra vez la misma pared 
con la estúpida esperanza de que se convierta en una puerta.
Las horas no pasan, sólo se regeneran. 
Tan fatigoso que me hace recordar que soy gusano antes de ser persona.
Y todo lo que hago es retrasar
cada una de mis tentativas para evadir
el final del camino.

viernes, 15 de mayo de 2015

Me encuentro en la obligación de asistir a una macro-fiesta de cumpleaños próximamente.

Porque cuando tienes a alguien a 20 cm de tu cara diciéndote que vayas, dices que sí. 
Porque habla tan efusivamente del evento que no te da tiempo a improvisar una excusa factible.
Porque te está cogiendo la agenda y está marcándolo en su día, para que no se te olvide.

Porque no sabe nada de la persona que tiene delante.
Y si algo supiese, no me invitaría. 
Porque si me conociese sabría que no me interesa en absoluto su amistad ni la de nadie.
Que simplemente soy educada porque no nos queda otra que vernos a menudo,
pero que de no ser así ni siquiera le dirigiría la palabra.
Que de poder elegir no iría a su fiesta ruidosa y llena de gente aunque me pagasen.
Que preferiría arrancarme la piel de todo el cuerpo antes que participar de sus juegos sociales.
Que todos ellos me parecen escoria, sin excepción, y no quiero formar parte de esa mierda.

Pero no lo sabe, por eso insiste hasta el infinito y, como no quiero explicárselo, digo que si. 
Y llegará el día, y yo tendré una crisis de ansiedad frente al espejo. 
Lloraré durante media hora y me fumaré 30 porros para tranquilizarme.
Luego me meteré dentro de algún vestido negro
y me presentaré allí con una enorme sonrisa,
como si fuese un ser humano más, una de ellos.

Soy una hipócrita de cuidado. 



miércoles, 13 de mayo de 2015

Me pillas en esa etapa de la vida
en la que le vas a vacilar a tu puta madre.
Algo más de 10km de caminata a buen paso,
bajo el abrasador sol valenciano del medio día,
con sandalias de agua del chino de 3 euros.

Una jodida tortura, ¿no?
Pues todavía peor si cada dos pasos
te topas con un cuerpo escultural luciendo carne. 

Tipas de enormes berzas y generosos escotes,
estrenando vestiditos de verano medio transparentes,
piernas desnudas y culos despampanantes. 

Tipos sin camiseta exhibiendo tatuajes, 
con la espalda brillante de sudor,
marcando músculo y lanzando miradas lascivas.

Mierda, es jodidamente difícil 
caminar 10(putos)km 
cachonda y huyendo.


lunes, 11 de mayo de 2015

sábado, 9 de mayo de 2015

Anoche se encontró muerto a un conocido mío.
Era escalador federado y había abierto cientos de vías.
Era la primera vez que iba sólo.
El cadáver estaba colgado de su arnés a 30m del suelo.


jueves, 7 de mayo de 2015

Y ahí que estás, escondida detrás de tus gafas de sol, 
caminando a toda velocidad con la vista clavada en el suelo, 
encogida de hombros y evitando cualquier tipo de contacto visual,
como si te creyeras que así eres invisible para el resto de viandantes. 
Repasas en tu cabeza una y otra vez la lista de recados.
Es un ejercicio de autocontrol que te consume casi toda la energía,
pero evita que tengas una crisis de ansiedad en mitad de la calle.
"Primero al banco, rodeo por el boulevard evitando el parque, llego a correos,
atajo por el callejón de atrás del colegio y evito las terrazas de los bares...."

Voy siguiendo mi ruta perfectamente diseñada para evitar humanos,
cuando me dispongo a girar en la esquina de un solitario callejón 
y antes de que pueda siquiera levantar la vista 
percibo algo brillante que se mueve a dos centímetros de mi cara a toda velocidad, 
seguido de un empujón que me golpea y aplasta contra la pared
y una segunda figura arremetiendo contra la primera, que sigue encima de mí.
Intento zafarme de la situación pero el caos se ha adueñado del momento,
el tipo que me aplasta contra la pared intenta esquivar un golpe y los dos nos vamos al suelo.
Todo ésto en apenas unos segundos, no parece ni que se den cuenta de que yo estoy ahí.

El tipo cae encima de mi pierna, no se ni cómo consigo liberarme a rastras
justo antes de que el otro individuo salte encima de éste sin ningún miramiento.
Corro unos metros y me doy cuenta de que mi mochila está en el suelo,
en mitad del lío de hostias que se están dando esos dos animales.
Entonces aparece una tipa con pintas bastante chonis gritando histérica,
seguida de dos tipos más, uno de ellos hablando por teléfono muy agitado,
por lo que llego a percibir, imagino que con la policía. 
La tipa intenta separar inútilmente a los dos energúmenos que siguen batallando en el suelo,
y es cuando veo el objeto brillante de antes, una puta navaja reluciente. 

Escucho las sirenas de la policía acercándose desde algún sitio,
entonces salgo corriendo hacia ellos y le pego una patada en la boca al de la navaja,
que se tambalea y se desploma hacia atrás con cara de zombie.
Eso me da unos segundos de silencio y confusión entre los presentes,
lo suficiente para agarrar la mochila y desaparecer a la velocidad de la luz.

Llego a casa y lo primero que hago es sacar de la mochila mi bolsa de yerba.
Los cabrones la han aplastado y esparcido por todo el interior,
pero al menos ningún policía me la ha confiscado. 
Puta mierda de ciudad. 

martes, 5 de mayo de 2015

(¿Qué me pasa, 
que miro alrededor y sólo veo gilipollas...?)

Conversación con un cliente ésta tarde por whatsapp:


- Hola wapa ya tengo esto curado. la siguiente sesión pa cuando?

- Bien, primero tengo que compaginar la agenda con mis socios para darte cita.
Ésta noche te confirmo fecha y hora.

- Si pero pa cuando? yo libro lunes y jueves.

- Sí lo sé, es que ahora mismo no puedo confirmarte nada, perdona.
Lo sabré seguro a la noche y ya te digo algo.

- Ya pero mas o menos.

- Pues calculo que para finales de la semana que viene, mas o menos.

- Joder y antes no me puedes hacer un hueco??

- Si hueco tengo, lo que no tengo ahora mismo es equipo para tatuar, como ya te dije.
pero tranqui que esta noche reservamos tu día.

- Bueno pues éste lunes después de comer me paso.


LOL

(Será que tengo razón...)

domingo, 3 de mayo de 2015


Dos de las esculturas que ya no existen
en "El jardín de los desvelados",
museo escultórico al aire libre
creado por Luis García Vidal en Estella,
quien apareció muerto a los 81 años
tras un mes desaparecido
flotando en el rio Ega.

sábado, 2 de mayo de 2015

He aquí en el puente, esperando a oscuras.
(¿esperando qué..?)
Trato de escuchar, pero sólo hay silencio.
No hay nadie buscándome, 
nadie que me lleve a casa. 
(¿qué casa..?)
Es una maldita noche fría.
Y estoy aquí, tratando de...
entender ésta vida.
-Quizá sólo perdí la razón.-
Te imagino atravesándome el cerebro con los ojos,
diciéndome que no sabes quién soy,
pero que estás conmigo.

Dejaré los zapatos arriba cuando salte,
siempre he querido morir descalza.