martes, 2 de junio de 2015

He abierto la piel al ser humano y he mirado adentro, 
he conocido la individualidad de la forma más pura. 
He aprendido del sufrimiento en su esencia primigenia, 
recorrido los laberintos de la complejidad neuronal humana.
He explorado las formas y sobrepasado los límites.
Le he dado la oportunidad al débil de demostrar su fuerza,
y he derribado en llantos la voluntad del más fuerte. 
Me he dejado abrasar los ojos por la luz
y he aprendido a vislumbrar en la ceguera.
He visto cómo los extremos se desincronizan
y el paso del tiempo estirado a velocidades diferentes.
He ocupado el lugar de la víctima y el del agresor.
He sido Osiris, contemplando la balanza.
Y he sido Ammyt, devoradora de muertos. 

¿Quién te crees que eres tú,
ridículo intento de engendro, 
que te atreves a juzgarme a mí...?

Chst, por favor...
no me hagas reír.


1 comentario:

  1. Juzgar...se suele juzgar desde el trauma y el rencor.Me es taaaan familiar...como buena traumatizada se me da de lujo hacer juicios temerarios.Aun asi, no suelo equivocarme.
    Un saludo kiffi.

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escupe.