miércoles, 16 de septiembre de 2015

He comido helado, pero vomito petróleo. 
Es una mezcla de toda la mierda que llevo por dentro y que lucha por permanecer y ser digerida. 
Parece helado, pero en realidad es asco, culpa, odio, rabia, rencor..asfixia. 
Tengo que hacer grandes esfuerzos para expulsar todo lo que el helado no ha arrastrado,
noto cómo se contrae mi estómago, el ardor en la parte alta de la garganta, la congestión...
pronto llegan la debilidad, el temblor en mis piernas y la sensación de desvanecimiento.
Me lavo la cara, me sueno la nariz, me lavo los dientes y me abraso el alma con el puto listerine.  
Me dejo caer en mi rinconcito de la ducha, donde ya tengo preparados cenicero, peta y mechero.
La primera calada es mala, sabe a dentífrico y me hace toser, el humo me rasca en la garganta.
Pero mi cerebro ya hace rato que empezó a drogarme con pura serotonina; vomitar es una droga.
La segunda calada sabe celestial, mi mente empieza a divagar envuelta en un placer extraño -de otro mundo- 
Me siento tan liviana que parece que hubiera salido de mi cuerpo y tan sólo me formara el humo que se arremolina en el diminuto y blanco cuarto de baño; como si no pesara nada. 
Por un rato no soy yo, soy otra cosa; demasiado débil y vulnerable como para sentir odio o felicidad. 
Liberada por un momento de mi misantropía, mi cinismo avanzado y mi retorcido sentido de la justicia... completamente neutral, inafectable por nada, protegida por la mampara translúcida de la ducha, a millones de años luz de cualquier otro ser humano; en paz. 
Por un momento, no soy nada ni nadie, y es perfecto. 
Apenas la sombra de un fantasma que observa delirante una sucesión de imágenes que bien podrían ser recuerdos de la vida que quizá alguna vez tuvo, pero que quedan tan lejanos que parecen una mala película de la que tan sólo se alcanzan a recordar breves escenas, y que nada te afectan o te impresionan ya. 
Acabo mi peta y salgo del baño todavía algo mareada. 


Ha estado bien, mañana más.

3 comentarios:

  1. Yo en los baños de yerba me pongo un mix de Syd Barrett y wuaaaaaa

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  2. Debo admitir que la bulimia es una drogas, pero hay otras que te llevan hacía donde tú quieres y estás tranquila tan sólo un momento.

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escupe.