martes, 12 de septiembre de 2017

Soy una agente del caos
infiltrada entre los viandantes
de ésta engañosa y traicionera ciudad. 
-Soy difícil de detectar, 
la naturaleza me proporcionó
la inteligencia, la desconfianza 
y los colores necesarios para camuflarme. 
Soy un lobo hambriento 
rodeado de corderos desorientados. 
 -Hervívoros aletargados que pasean
por los carriles del estado de confianza 
frente a depredadores misántropos como yo
que esperan la más mínima oportunidad
para lanzarse a sus cuellos.- 
  
Son la tentación y el hambre en estado puro,
jugando al otro lado de la puerta.* 

Y si me cruzo con mi propio reflejo 
alcanzo a percibir la magnitud de la realidad
y soy capaz de comprender que
si sigo viva
es sólo porque soy un monstruo 
atado a una frágil cadena. 

Y vosotros, queridos, 
deberíais correr.

2 comentarios:

  1. Tu texto me recuerda a la fabula del elefante encadenado de Jorge Bucay http://www.albertrossell.com/es/el-elefante-encadenado-mi-cuento-favorito-de-jorge-bucay/

    Que te describas como agente del caos me gusta todavía más de ti.Lo de lobo hambriento me jode, porque la rabia y/o hambre que tienes debe proporcional a la impotencia que tienes dentro y sé cuanto quema eso.

    Fuerza y ánimo (no me importa lo típico que suene) y un abrazo¡

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  2. Leo mucha negación aquí. No creo que seas un monstruo ni un lobo que no puede pasar desapercibido.
    Realmente eres un lobo rodeado de corderos, pero porque eres algo más. Estás por encima, destacas por tu forma de ser. Por quien eres. Eres algo más; eres increíble.

    Y te lo digo yo, sí. Que te conozco desde hace años y sé cómo eres.

    ¡SALUDOS!

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escupe.