un drama de la conciencia originado por la ruptura del equilibrio existente entre la vida y la muerte.
Esos instantes sólo se producen en plena sensación de agotamiento,
cuando la vida ha alcanzado su nivel más bajo.
Su frecuencia es un índice de podredumbre y de desmoronamiento.
La muerte es la única
ese deseo va acompañado de un arrepentimiento implícito.
Quiero morir, pero lamento quererlo: eso es lo que sienten todos aquellos
que se abandonan a la nada.
El sentimiento más perverso que existe es el sentimiento de la muerte.
¡Y pensar que hay gente a la que la obsesión perversa de la muerte impide dormir!
¡Cuánto me gustaría perder toda conciencia de mí mismo
y de éste mundo..!
E.M.Cioran
"En las cimas de la desesperación"