jueves, 23 de octubre de 2014

Una conciencia que vaga por la infinidad
en un eterno viaje de exploración 
en busca del conocimiento...
en el cuerpo de una hormiga.*

-Brillante, sencillamente brillante.-

El dilema no es tal.
Ni tal vez la paradoja sea el vértigo que me devora.
-Estoy en el infierno y perfectamente preparada-

Les escucho tacharme de mentirosa,
porque piensan que no puedo atravesar ésto.

-¿Por qué debería intentar mantenerme sobria
cuando estoy muriéndome aquí...?-

 Todo va a estar bien algún día,
demasiado tarde.



martes, 21 de octubre de 2014

sábado, 18 de octubre de 2014

- Te quiero.

  Si hubo respuesta o no, 
quedó amortiguada por el rugir de los coches, el rumor de la ciudad nocturna 
y el sonido de mis pasos acelerados alejándose a ningún sitio preciso, lejos de allí.
Ninguno de mis sentidos alcanzó a percibir el más mínimo atisbo de respuesta.
Por supuesto que no quería saberlo*

Poético y patético a la vez, la forma más humillante y saludable de poner fin a una guerra;
 huir. 
Lo único que temo ahora es que después, cuando lea ésto de nuevo, no me suene más que a empalagosa historieta de vergüenzas y desamoríos adolescentes y relleno de cerebro para masas.
 *Ni se le acerca* 

Cada vez que revivo los sucesos en mi mente me recuerda más a la matanza de Henhys Khann.
"Suicídate" es el pensamiento lógico que surge del pensamiento instintivo "deberías suicidarte".
Reflexiones, conclusiones... 

 "Ahora, te vas a lavar la cara a fondo, te vas a tapar esos ojos enrojecidos (por todos esos motivos
en los que no vas a pensar más) con ese planchado flequillo tuyo, y vas a salir ahí fuera a tragar otra media hora de mierda. Y lo vas a hacer con entereza y frialdad, porque tu peor enemiga eres tú, 
y nadie podrá jamás superar el daño que tu misma ya te has hecho. Te tienes a ti misma y nunca podrás escapar de ti, así que utilízalo en tu favor y sal ahí afuera ahora."

Despierto en el baño.
No se si han pasado horas o días*
El frío de la blanca y suave losa de la ducha me entumece de forma casi adictiva. 
Ésta vez es diferente; no puedes vomitar lo que no has comido.
No, el culpable de mi desvanecimiento sigue en la escena del crimen, entre mis dedos.

Ni siquiera había llegado a la mitad del peta.
Hacía tiempo que no pillaba algo tan fuerte.
Vale que ayunar no ayuda.

En el colocón que precedió a la caída te has dejado escritas algunas perlas para luego,
en esa humilde y garabateada libretita marrón, porque todavía no tenías internet y tu portátil 
se moría de pena. Perlas como ...

  "Me sorprendo a mí misma huyendo de la abrumadora ausencia sonora, yo, que siempre 
me he colgado la medalla de perseguidora de silencios, y ahora me aterra quedarme a solas con
los sentidos dormidos y la consciencia a doscientos. Cobarde estafadora."

-¿He muerto si he perdido la capacidad de sorprenderme a mí misma?-

Mira a tu alrededor... las cosas no funcionan.
Las leyes naturales se están deformando, ya no sirven. 
Los que son como yo siempre traen el caos con ellos.
Los extremos se desincronizan, como si los estiraran por dos lados a velocidades diferentes.
O tu cabeza ya no sabe cómo interpretar nada.

Bien, no lo sé.
Sinceramente, hay tantas moscas aquí que empiezo a pensar que morí hace días.
No se puede esperar de un cadáver que sea coherente.

El zumbido es incesante.
El clima esquizofrénico. 
Ésta ciudad apesta como a algo muerto.
Se extiende por las calles sigilosa e invisible, como una enfermedad.
Peste a podredumbre. 

Todo el que tema por su integridad debería huir rápidamente de aquí.
Y que corran más rápido los que teman por sus mentes.

Yo, en mi blanca y fría losa, me obligaré a permanecer inmóvil.
A recobrar el aliento.
A terminarme el peta.

El sentimiento de culpabilidad a menudo se convierte 
en una dura y fría aceptación de la situación.
Tu ingenio no te sacará de todas.
Bien jodida.

Divagas, divagas, divagas... Para.