domingo, 16 de noviembre de 2014

Qué valiente eres.
Bendita sea tu lengua de serpiente y tus palabras venenosas
capaces de dejar en bragas a cualquiera y librarte de cualquier situación...
Bendita tu máquina de cinismos, tus perlas radioactivas y tus miradas nucleares
que desintegran a distancia a cualquiera sin preguntar.
Pero qué imprudente, acuchillando a todos dejando resquicios de tí por todas partes.
Benditos sean tus oportunos y desafortunados comentarios,
tus insultos inentendibles, el sabor a desprecio de cada uno de tus gestos...
y tu maldita capacidad de regeneración rencorosa después de cada derrota.
No eres infalible, no tienes el sistema perfecto, se te ven los dientes de monstruo.
Bendito el camino que te lleva directa a la aniquilación,
junto con tus verdades irrebatibles y tus argumentos perfectos.
Demacrada, llevas la jodida muerte colgada de las orejas.


1 comentario:

  1. Cuanto odio, o cuanto amor...tantas palabras para algo,indican el centro de tu universo actual.

    Dicen que del amor al odio hay solo un paso.Lo que ocurre es que siempre repites ese paso.Entras y sales constantemente.

    Al menos te mantiene viva y ocupada en algo.

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escupe.