No puedo sentir el calor
hasta que me quemo.
Nunca recuerdo dónde estaba la línea
hasta que la vuelvo a cruzar.
No conozco mi valor
hasta que recibo los golpes.
Y no voy a encontrar el ritmo
hasta que me pierda en él*..
No puedo entender lo que viene de frente
si no comprendo lo que tengo detrás.
Se bien que no se aprende a volar
hasta que se está al borde del acantilado.
Hasta que sobrepasamos los límites sin saberlo y nos perdemos, y nos destrozamos pero aprendemos a vivir con ello.
ResponderEliminarque bonito
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