lunes, 16 de febrero de 2015


Si esta misma tarde fuera a tender la ropa a la azotea del edificio,
y al abrir la puerta me encontrase con una nave extraterrestre aparcada
delante de mis incrédulas narices, (con seres inteligentes de comunicación viable),
negociaría a vida o muerte para que me llevasen con ellos a cambio de información.
Vendería la raza humana por un viaje estelar sólo de ida, sería la traidora máxima. 
Os vendería a todos vosotros, pequeños y miserables engendros despreciables, 
os abandonaría al amparo de una destrucción merecida, como os abandonó vuestro dios*
No miraría atrás ni siquiera para veros sumidos en la agonía de la incertidumbre mortal.
No os merecéis más que una leve sonrisa de desprecio.


3 comentarios:

escupe.