martes, 25 de julio de 2017

Es como una calada larga e intensa.
Sella mis labios y se siente como 
si llenase un gran vacío 
con aire caliente. 
Es tan caliente que quema, 
quema a otros y a sí mismo.
-Le he visto arder- 

Pero no me quema a mi,
ni siquiera cuando lo intenta.
Activa todas sus secuencias destructivas
y prende fuego a nuestro alrededor
hasta consumirse y reducirlo todo 
a cenizas.

Pero soy ignífuga. 

Puede 
que el vacío gélido 
que me congela por dentro
me proteja de su fuego. 
Puede 
que su fuego y mi frío 
sean igual de intensos
y se anulen mutuamente. 

Y quizás 
mi frío le temple y le alivie, 
del modo en que su calor me hincha y eleva
como un globo aerostático 
flotando tranquilo 
por un estúpido mar de nubes. 

7 comentarios:

  1. Creo que en ese caso soys buenos el uno para el otro.Su fuego y tu hielo se complementan y, el hecho de que no te queme como al resto es una pasada por tu parte. Tambien y aunque a ti te parezca estupido el mar de nubes, es un viaje tranquilo asi que oye...disfrutalo¡
    Un abrazo Kiff

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    1. Se que no habre pillado el mensaje de tu texto,pero analizarlo si lo he hecho jajjajja

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    2. haha, le das demasiadas vueltas a todo xD

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    3. siii tioo hahahhah, que asco de mente en serio.=)

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  2. difícil desengancharse
    vena en sangre

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    1. Indiscutiblemente difícil, pero tampoco es obligatorio.
      Saludos

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  3. Ya solo plantearte esto, es que estás en un buen lío, jajajjaja.

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escupe.