Es como una calada larga e intensa.
Sella mis labios y se siente como
si llenase un gran vacío
con aire caliente.
Es tan caliente que quema,
quema a otros y a sí mismo.
-Le he visto arder-
Pero no me quema a mi,
ni siquiera cuando lo intenta.
Activa todas sus secuencias destructivas
y prende fuego a nuestro alrededor
hasta consumirse y reducirlo todo
a cenizas.
Pero soy ignífuga.
Puede
que el vacío gélido
que me congela por dentro
me proteja de su fuego.
Puede
que su fuego y mi frío
sean igual de intensos
y se anulen mutuamente.
Y quizás
mi frío le temple y le alivie,
del modo en que su calor me hincha y eleva
como un globo aerostático
flotando tranquilo
por un estúpido mar de nubes.
Creo que en ese caso soys buenos el uno para el otro.Su fuego y tu hielo se complementan y, el hecho de que no te queme como al resto es una pasada por tu parte. Tambien y aunque a ti te parezca estupido el mar de nubes, es un viaje tranquilo asi que oye...disfrutalo¡
ResponderEliminarUn abrazo Kiff
Se que no habre pillado el mensaje de tu texto,pero analizarlo si lo he hecho jajjajja
Eliminarhaha, le das demasiadas vueltas a todo xD
Eliminarsiii tioo hahahhah, que asco de mente en serio.=)
Eliminardifícil desengancharse
ResponderEliminarvena en sangre
Indiscutiblemente difícil, pero tampoco es obligatorio.
EliminarSaludos
Ya solo plantearte esto, es que estás en un buen lío, jajajjaja.
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