viernes, 13 de julio de 2018

Mi pc ha decidido no encenderse más.
Es gracioso porque yo decidí eso mismo
hace ya varios años, pero no termino
de conseguirlo, me despierto sin querer.
No soy tan sociable como para saber
cómo c*ño manejar el móvil, awesome.
Ah, y estoy en un momento crítico en mi proyecto que no se cómo saldrá.
Así que, se podría decir que mi estres y yo
somos ya la misma cosa, y reconozco
que puedo llegar a dar mucho asco así.
Por suerte mi sociopatia me hace parecer
(o eso creo) una persona humana normal
durante las horas de trabajo.
También tengo hambre, mucha y mortal, porque no como, porque por si no lo sabiais, soy idiota hasta extremos insólitos.
Dejo a un lado la poesía y la belleza de la podredumbre para que seais capaces de percibir lo increíblemente ridículo
de mi persona.
Regocijaos.


4 comentarios:

  1. Yo pensé que usabas el móvil, como todos los jóvenes de esta generación.

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    1. No...odio todo lo que sirva para acercarte a las personas, movil, redes sociales, eventos etc. No es coña cuando digo que me iria a una isla desierta, pero el portátil es imprescindible para mí curro, además de que dibujo y escribo con el, eso sí es una putada.

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  2. Interesante, podria decir que estoy en lo mismo pero te mentiria, en mi caso es que yo en vez de no comer, no puedo parar de hacerlo desde que me he vuelto uno con mi estres (me provoca malestar pero lo sigo haciendo, ni los porros me bajan de mi ansiedad a veces, solo comer por comer), ansiedad, etc. Lo gracioso es tratar de recordar quien era antes de todo esto, recuerdo que era una persona más decidida, ahora. Solia tener un plan, plan B y C por si fallaban los otros dos, y siempre esperaba el peor de los escenarios para que lo que resultara fuera un placebo de triunfo.... Hoy todo eso me parece una mierda, junto con el fingir que me interesan los demás para poder seguir funcionando en el mundo. (Tengo una eternidad con un móvil que debería ir a la basura, ni le llamo a nadie, ni me llaman, es un bonito pisapapeles que me sirve como despertador.)

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    1. Tristemente te entiendo, los petas también me dan hambre, pero creo que el truco es odiarme más que hambre pueda llegar a tener, y cuando sucumbo siempre queda el plan B (vomitar) y si eso tampoco funciona, bueno, todas las situaciones tienen el mismo plan C, correr. Por lo demas, coincido plenamente con tu "yo" pasado en que sin esperanzas no hay lugar a la decepción, pero tengo los mismos síntomas que tú "yo" presente, y he de decirte que todo apunta a que estamos enfermos de cinismo, lo que a mí parecer, es lo más cerca que estará jamas nadie de la iluminación, deberias apreciarlo. Ah, y gracias por tu confesión, está bien comprobar que hay más gente por ahi enmierdados a niveles radicales como yo. Bienvenido a mi trocito de infierno, saludos.

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escupe.