viernes, 7 de diciembre de 2018

Apolo escupió en la boca 
de la que debió ser
mi antepasada Cassandra, 
y empiezo a pensarlo 
porque a estas alturas resulta obvio
que parezco haber heredado 
su don, su maldición y su agonía.
Maldita ramera infame, 
¡malditos griegos y su mitología!
Estúpido ser humano
con su estúpido merecido caballo de Troya.
Maldita mierda intelectual 
que nunca te da respuestas claras,
pero siempre encuentra
la referencia perfecta 
para refutar tu propia mierda.
Malditos humanos estúpidos 
cuya estupidez los blinda de su miseria
y los eleva a la estúpida felicidad.
Yo os maldigo y os deseo la muerte 
antes de que la idiocracia 
sea irreversible.

El hambre nunca fue tan llevadero. 

2 comentarios:

  1. El que sobrelleves el hambre ya es muy significativo.
    xoxo

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  2. ¡Ay, mitología greco-romana! ¡Ay, tú y tu blog!
    Un texto muy generoso, me encanta. Aunque Apolo no suele ser precisamente quien escupe, es la antítesis de la vulgaridad (como tú, al fin y al cabo).

    ¡FELICES FIESTAS Y PRÓSPERO AÑO 2019!

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escupe.