una vez tuve un estudio así, pero no me llamaba Francis Bacon, y usaba fluorescentes en su máxima potencia y esplendor. eran otros tiempos, la claridad del entorno hacía todo demasiado evidente, cuando hay demasiada claridad no se puede crear porque no puedes imaginar lo que esconde una sombra.
Bombillas sin pantalla que hacen visible un mundo que nadie percibe, sacando a relucir la agresividad de las sombras y la penumbra, para crear obras que nadie verá, siempre lo preferí. Pero eso sólo es la bombilla de la foto, me temo que yo soy la bombilla de sus cuadros.
una vez tuve un estudio así, pero no me llamaba Francis Bacon, y usaba fluorescentes en su máxima potencia y esplendor. eran otros tiempos, la claridad del entorno hacía todo demasiado evidente, cuando hay demasiada claridad no se puede crear porque no puedes imaginar lo que esconde una sombra.
ResponderEliminarBombillas sin pantalla que hacen visible un mundo que nadie percibe, sacando a relucir la agresividad de las sombras y la penumbra, para crear obras que nadie verá, siempre lo preferí.
EliminarPero eso sólo es la bombilla de la foto, me temo que yo soy la bombilla de sus cuadros.
has abierto la veda para opinar sobre el arte y su verdad (y su mentira).
ResponderEliminarpero lo dejaremos así.