jueves, 9 de enero de 2020

Pertenezco a una generación
condenada al ostracismo autoinfligido. 

Los cristales que sujetaban el infierno
se resquebrajan de hipocresía
y el optimismo se ha vuelto
un anodino complemento de moda. 

La idiocracia 
es el nuevo paradigma. 
Bienvenidos a la era 
de la fama inmerecida. 
La última era. 

¿Recuerdas cuando
todo parecía tener sentido
y aún deseabas la luz del sol...?

Ya, yo tampoco.
Ojalá pase algo que nos borre de pronto. 

1 comentario:

escupe.