(Que se dice pronto).
Me contacta y reaparece de nuevo.
Cuando me ve,
inmediatamente pone cara de sorpresa.
No entiendo muy bien qué pasa.
Antes de saludar siquiera expresa:
"¿¡Pero cómo lo has hecho!?"
Ve que sigo sin entender y continúa:
"¿¡Pero cómo has perdido tanto peso?!"
Ah, eso.
No sé cómo explicarte.
Verás ha sido una compleja combinación
de autolavado cerebral exahustivo durante años
para convencerme de que la comida
es mi mayor enemigo en el mundo,
junto con una cantidad exagerada de ejercicio,
extremas restricciones calóricas,
ayunos de días,
seguidos de atracones,
seguidos de vómito provocado,
que desembocaron en lo que,
muy probablemente,
sean varios trastornos alimenticios severos
que jamás se confirmarán oficialmente
por ningún profesional de la salud
porque seré autodestructiva,
pero no tonta.
Como me he quedado callada
por un par de segundos
que han parecido
dos millones de años,
la tipa insiste:
"¡Joder estás divina! ¿Cuál es el truco?"
- Pues lo típico, dieta y ejercicio.
De toda la vida.
Veo su cara de decepción,
que se me incrusta en la retina.
Si ella supiera...
Lo primero que haces cuando te reencuentras con alguien que aprecias, definitivamente, no es eso, ni lo segundo, ni después, a quién le importa el peso. A saber lo que algunas personas tienen en la cabeza.
ResponderEliminarHace un par de semanas volví a ver a un primo de mi ex marido, se veía diferente, con mucha más edad de la que tiene, delgado, lo saludé con alegría y nos pusimos a charlar de tanto, de él salió de su leucemia y su lucha constante, solo le hice ver que estaba ahí, en lo que pudiera apoyarlo, se desahogó y seguimos la fiesta, como si nada pasara, no puedes entrometerte en la vida de los demás, sean amigos o familia, de ellos sale o no.
Un abrazo
Estoy de acuerdo con tu punto de vista, y es más gracioso aún cuando es una relación puramente laboral de completos desconocidos, como es el caso. Literalmente era una cita para comentar el nuevo tatu que quiere. Gracioso pero no de gracia, sino de raro.
EliminarQué te diría de ser al revés?, a veces surgen esas curiosidades. Supongo que por estos casos nos refugiamos en gente a la que ya tenemos sobreaviso y llamamos amigos aunque en realidad no lo sean. Menos mal que también queda gente como Mujer de Negro.
ResponderEliminarHe vivido la experiencia, nadie se corta un pelo a la hora de decirte que has engordado tampoco, es como si fuera un tema en el que cualquiera tiene pase gratuito para opinar abiertamente.
EliminarEso no es nada.
ResponderEliminarDe aquí unas décadas todos superdelgados... ni un gramo de grasa.
En el mejor de los casos los huesos y ya está.
Vamos a estar de muerte.
Je.
Estoy deseando ✌️
EliminarEs de un humor negrísimo. La tipa tatuada es incapaz de pensar que hay un drama detrás de tu apariencia divina. Con toda seguridad, la sociedad de la imagen ha causado un daño irreparable
ResponderEliminarCreo que en esta situación, si le hubiera dicho la verdad no habría pensado que es un drama, sino "hacer trampas". Piensan que es alcanzar el mismo objetivo, pero de manera ilegal, y quizá tengan razón. Menos mal que me encanta el humor negro xd
EliminarParece que lo que importa es llegar al objetivo, dan igual los medios.
ResponderEliminarBesos.
Es lo que es.
EliminarSoy muy deportista y como mucho, es decir, como jodidamente mucho.
ResponderEliminarTengo la suerte de no asimilar tanto, aunque con el paso de los años
voy notando que me afecta algo más.
Soy adicto a la comida peruana y sería un pecado renunciar a ella.
Sobre lo que nos cuentas, es cosa sería, se pasa muy mal, lo sé
por una amiga y la verdad es un tormento.
La ayuda es vital, más aún de la gente que estamos cerca y
que no pase lo que a mí, después de estar encerrado unos
meses en un centro psiquiátrico, la gente me mira distinto,
y algun@s, se han alejado, eso me produjo una recaída
pero, ahora estoy divinamente.
Gracias por tu post, me ha ayudado a reflexionar
Besos mil, lindo sábado.
La ayuda está bien para quién la necesita. No es mi caso, tengo domada a la bestia ;)
EliminarYo debería probar un poco de todo a ver si pierdo aunque sea unas onzas.
ResponderEliminarNo sé qué decirte, cada cual elige su camino y debe ser consecuente con ello, sin más.
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