- Vash "la Estampida".
Edad: desconocida.
Lugar de nacimiento: desconocido.
Dirección: imprecisa.
Perseguido por el homicidio
del conde Lennan Bachkes,
y por la destrucción
de instrumentos de clase G
y de varias ciudades.
La recompensa, vivo o muerto,
es de sesenta millardos de dólares.
Si se trata de tí, te estaba buscando.
- Caray, ¡dejémonos de charlas inútiles!
¡Casémonos enseguida!
- Es una proposición halagadora.
- ¿En serio? ¿De verdad?
- Pero no puedo aceptarla
porque en realidad tú no sabes
nada acerca de mí, Vash "la Estampida".
- Hum, lo sé todo aún sin preguntar:
Una mujer cuyo corazón ha sido conquistado
por un solitario pistolero amante de la paz.
En una palabra: un hada.
- Me llamo Elisabeth.
Soy la responsable del equipo de intervención de industrias técnicas
Merius Breskin Kantacle
que han enviado aquí.
- En otras palabras, eres el ingeniero jefe
de la central, que va disfrazado de hada.
- ¿Sabes algo sobre estas instalaciones?
- Eh? Era la tecnología extinguida
de hace cien años. ¿No es verdad?
- Un sistema que desarrolla
el trabajo de producción,
superando cualquier ley y teoría.
Lo que quedaba en la caja de Pandora
que los dioses nos han dado
para permitirnos vivir en este ambiente
hostil y degradado.
Por eso he venido aquí,
para hacer posible esta maravillosa esperanza.
- Ah. ¿Y el matrimonio..?
Las esperanzas como los amores se van por el barranco del olvido... tiempo al tiempo
ResponderEliminarSaludos
Eh... sí.
EliminarYa tengo ganas de verlo...
ResponderEliminarEstoy segura de que te gustaría.
EliminarTanta distopía se me escapa de las manos, pero he visto la palabra esperanza por algún lado, es posible que la IA estuviese haciendo de las suyas por estos lares.
ResponderEliminarEs un mundo de dualidades.
Eliminar