Encontraré la manera,
la actitud,
las palabras.
la actitud,
las palabras.
Y luego lo haré.
Y cuando esté hecho,
ya no existirá.
No solucionaré el problema.
Pero ya no será mi problema.
-Lejos!-
Todo eso sucederá
en cuanto logre dejar de llorar
y consiga las fuerzas
para salir del baño
como si nada pasara
una vez más.
Entonces sí,
entonces seré imparable.
Como en un par de horas.
Le calculo.
Más o menos.
Joder, esta semana ha sido mortal.
Y reconozco que hoy
la he liado parda.
La derrota es atronadora
hasta ensordecer.
Dos horas.
Me concedo dos horas
para conseguir dejar de querer morir.
Y si en dos horas no lo he conseguido,
vamos viendo.
Lo renegociamos o algo,
a ver qué tal.
Ahora llora, prenda.
Ahora que nadie ve
el patético desastre que eres.
Hala, hala.
Ridícula.