jueves, 21 de febrero de 2013

Cada día me levanto 
deseando con todas mis fuerzas 
que se haga de noche lo antes posible.
Que pase rápido el día y así pueda dormir, 
porque cuando duermo no pienso.
Y así, día tras día, 
me desgasto en una huida infinita 
a ninguna parte. 
A veces, 
sin previo aviso, 
me encuentro sola,
en una habitación inundada de silencio,
sin nada que hacer 
ni nada o nadie con quien evadirme. 
El tiempo se detiene 
se alarga y se derrite sobre mi cuerpo
como fuego vomitado por todos mis demonios.
Comienzan las voces, 
los gritos de desesperación en mi cabeza,
todas las facetas de mí que maté
devorando mi cráneo
con todos esos pensamientos funestos,
la terrible realidad.
Y me doy cuenta de que no hay ya
más manos a las que aferrarme 
para salir de éste pútrido agujero.


Hoy vuelvo a reír sola
enredada en las noches eternas, 
víctima una vez más de mi propia ironía. 



2 comentarios:

  1. Tengo que volver a leer y a leer todo lo que escribes porque sí, porque lo necesito, porque lo haces perfecto. Seriously

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  2. me gusto mucho la foto y obvio lo q escribiste asi me siento esperando a que pasen los dias y luego con pesadillas

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escupe.