Quien recurre a la ley en contra de su prójimo, es un tonto o un cobarde.
Quienes no pueden cuidarse por sí mismos sin esa ley, es ambos.
Por eso un hombre herido ha de decirle a su agresor;
Si muero, eres perdonado.
Si vivo...¡¡¡ te asesino...!!!
Y luego vive, y no lo mata....y lo ve, y no se tira para el a reventarle el pecho...y se va a casa con la sensacion de fracaso, y el odio se acrecenta...y ese hombre ya no sabe si es por el agresor o por el mismo...
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