miércoles, 28 de agosto de 2013

Comer y vomitar y no comer... 
Por la noche me suicido en sueños
y por el día desayuno cianuro. 


A veces me veo a mi misma siendo atropellada por una línea infinita de coches.

sábado, 24 de agosto de 2013

curriculum vitae:

- Chiflada experta en atravesar ríos de mierda y salir limpia del otro lado. 
- Acariciadora nocturna de demonios mentales nocivos del pasado. 
- Peligrosa bocazas con doctorado en hablar cuando hay que guardar silencio.
- Años de experiencia en el antiguo arte de ser asombrosamente imbécil. 
- Especial habilidad para joder situaciones injodibles. 

(pon una kiffi en tu vida...
no tiene desperdicio.)

viernes, 23 de agosto de 2013


- Le pido disculpas por si le ofendo.
- Oh... tendría que hacerlo muchísimo mejor para ofenderme.
- Entonces juro humildemente redoblar mis esfuerzos.



martes, 20 de agosto de 2013

Déjá vú:

Tú y yo 
Ya nos hemos Olvidado antes.


miércoles, 14 de agosto de 2013

domingo, 11 de agosto de 2013

Si no fuera por la mala suerte,
no tendría ninguna. 
Conservo intactos en mi memoria los días radiantes de verano entre los cerezos y los almendros del valle. 
Recuerdo las libélulas del embalse revoloteando alrededor del humo de mis primeros petas a solas, a millones de kilómetros de cualquier otro ser humano, bajo el fuego del sol vivo a las dos del mediodía.  
Recuerdo mi bici tirada bajo los árboles frutales, los cientos de libros que leí...y a las ardillas. 
Y el sonido de la campanita de metal que mi madre tocaba desde la casita para avisar a todos de que ya era la hora de comer. 
Incluso podría cerrar los ojos y ver con perfecta claridad a mi hermana tirándose en bomba a la piscina con mi viejo bañador heredado, y a los gatos del vecino que me maullaban por leche en la puerta por la mañana temprano, cuando todavía hacía frío.

Ahora me torturaría con hierros incandescentes hasta morir entre los más dolorosos berridos... por haber despreciado cada segundo que pasé en aquel lugar, deseando con toda mi alma irme lo más lejos posible para no volver nunca. 

Maldita gilipollas ingenua insignificante...
Nunca aprendo. 

viernes, 9 de agosto de 2013


Tú, que rompiste desde siempre el yugo y, sacudiendo las coyundas, decías: "¡No serviré!".
Tú, que sobre todo otero prominente y bajo todo árbol frondoso estabas yaciendo, prostituta. 
Yo te había plantado de la cepa selecta, toda entera de simiente legítima, pues 
¿cómo te has mudado en sarmiento de vid bastarda...?

Quizá porque la ambición me ha terminado arrastrando al extremo más mortal de la ascesis.
Eso, junto con un trocito de todos vosotros, tiernos vástagos de hetaría...
¡Eh! Mucho cuidado con el perro que no ladra, y con el agua silenciosa. 

De la existencia de las cosas uno puede razonar sus posibilidades y consecuencias.
Pregunté al hombre quién era, desde lo más bajo de las uñas hasta la parte más alta del cuerpo.
Y ahora se ha ido, escapado, evadido, desaparecido.
Retirada la causa, desaparece el efecto.

jueves, 8 de agosto de 2013

 el que no se masturba 
es porque no quiere. 
(o porque no tiene brazos)

El problema no es el problema.
El problema es tu actitud frente al problema.


¡¡Chicas, la lejía adelgaza!!
Enserio, probadlo.

lunes, 5 de agosto de 2013

Sabes que tienes un pequeño problema 
cuando vomitar se convierte en alcanzar el jodido Nirvana. 

Quizá es porque convierto en droga todo lo que toco,
o porque ansío vivir todo lo malo que éste planeta pueda ofrecerme, 
pero, prefiero morir sabiendo a qué sabe el veneno, 
que vivir con la duda eternamente.

domingo, 4 de agosto de 2013



Fumo para hacer más interesantes a las demás personas*

sábado, 3 de agosto de 2013


Éste hueco en mi pecho está lleno de razones para no existir.
El sabor amargo que siento no me llevará a mañana,
y tampoco galopar sobre éste caballo muerto.

Podría apenas estirar mis dedos para rozar la cordura,
pero siempre preferí caer hacia el lado incorrecto.
Aún así me dejaste pudriéndome en lo alto de ésta roca,
sola hasta reducirme a ésta maldita sustancia.

Es culpa mía por no saber todo lo que debería haber sabido
cuando lo único que tenía en mis manos era

un poco de soledad,
un poco de ignorancia
y un puñado de quejas.

Incluso ahora si estuviese muerta o aún con vida...
¡no me importa...!
Tirada en el suelo y con los huesos rotos
juré que jamás sanaría.