Cuando Alicia cayó por la madriguera
se encontró con un mundo
repleto de surrealistas maravillas.
Sin embargo
el profundo agujero por el que yo caí
desembocaba en un tenebroso infierno apocalíptico
mucho mas propio de las retorcidas tragedias griegas
que de la estantería de una adolescente.
Me hayo al borde del autoexterminio
desde el centro de éste confuso laberinto
que ya conocía de antiguas y lejanas pesadillas.
Me es imposible vislumbrar
el más ínfimo ápice de un futuro próximo.
No se qué sucederá mañana,
ni cómo enfrentarlo.
He diseñado una vía de escape
que no se si me sacará de aquí,
pero me mantengo en movimiento.
No esperaré a Dante,
yo misma me sacaré del Infierno
o me aniquilaré en el intento.
De todos modos,
no hay vuelta atrás.
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escupe.