jueves, 26 de mayo de 2022

 Bueno.

Cuando tenía 5 años me adelantaron de curso. Me salté primero de primaria, pero seguía estando en el mismo colegio, por lo que todo el mundo me tenía ubicada como "la superdotada" (cosa que yo nunca me consideré), y comenzó una campaña de bulling, violencia y marginación contra mi persona, que me persiguió hasta el instituto y bachillerato.

En mi soledad me refugié en la comida y engordé, por lo que todo empeoró. 

Yo a mi amiga imaginaria la llamaba Helena. 

En realidad tenía todo un mundo imaginario con todo tipo de personajes, construí un universo tan complejo que aún a día de hoy me persigue. 

Me esforcé mucho en mis estudios pensando que era la única manera de escapar del pueblo que me torturaba, con la esperanza prometida de que la universidad sería un nuevo comienzo, y podría empezar de cero y reinventarme. Iría a vivir a una ciudad donde nadie me conocía, ni sabía nada de mi, ni de mi pasado... podría ser quien yo quisiera. 

Pues no.

Para entonces era tarde, era una gorda antisocial aterrorizada por interactuar con otros seres humanos. Seguí sola. 
Decepción. Frustración. Ansiedad. Rabia. 
Hacia mí. 
Hacia todos. 
Así que empezaron las autolesiones, intentos de suicidio etc. La típica movida. 

El segundo año acabé en un piso compartido con una anoréxica y una bulímica. Las tres estábamos gordas, y aquel año fue un bizarro infierno que me sumió en la oscuridad de los trastornos alimenticios, que a día de hoy me han llevado a estar por debajo de mi (teórico) peso saludable. Empecé a tatuar. 

Luego dejé la universidad, el último año. Aunque mis notas habían bajado, seguían siendo buenas, pero no había futuro, ni esperanza en el horizonte. Sólo oscuridad. 

Me comió la depresión. (sigo en ello). 

Y a día de hoy me pregunto de qué coño va la vida mientras fumo petas y sobrevivo de café con leche desnatada y sacarina.



Pd. Os dejo esta joyita de temazo/videoclip que me acompañó y me sigue acompañando. 

2 comentarios:

  1. A algunas personas la inseguridad y el miedo a lo diferente les lleva a rechazarlo. Error. Se debería respetar o como mínimo ignorar.

    Besos.

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  2. La falta de sensibilidad que podemos llegar a tener es tremenda

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escupe.