Una persona solitaria
no necesita complacer a nadie.
Y a una persona loca
no le hace falta ser comprendida.
- Sólo así te puedes permitir
el lujo de ser tú mismo. -
Es todo a cuanto aspiraba.
En esta caída libre sin fin
sólo veo pasar barcos a la deriva.
¡Había tanto potencial..!
Qué desperdicio.
¿Debería pedir perdón?
¡Deberías suplicar perdón!
A cada ser vivo que no se bebió
cada gota de agua que tú consumiste.
A cada planta que haya generado
el oxígeno que sigues malgastando.
A cada maldito ser unicelular
que merece la existencia más que tú
y que se ve obligado a compartirla contigo.
Ponte de rodillas
y pide perdón
por existir.
- Luego saca
tu cuchilla más afilada
y cuenta hasta tres,
maldito error viviente.