A veces sueño con ella,
porque en mis sueños no existe la muerte.
Luego me despierto
y lloro durante horas.
Miro alrededor para comprobar
que estoy en una maldita pesadilla
y ella no está más.
Y entonces quiero morirme yo.
Porque la muerte es ineludible,
y no pude salvarla.
Ahora me enfrento a la existencia
sin ella.
No puedo.
Me he dado cuenta de que
si hoy la ciencia tuviera la clave
de la puta inmortalidad
y me la pusiera en las manos,
todo cuanto alcanzaría a pensar
es que ya no puedo dársela.
¿Para qué la quiero entonces,
para enfrentar una eternidad
despertando sin ella?
¿Cómo podría?
Lo único que puede arrancar de los vivos
el dolor de la muerte
es la muerte.
Este dolor insufrible
me perseguirá hasta mi tumba.
Y no existe nada en el mundo
que pueda aliviarlo,
salvo, tal vez,
una lobotomía.
Sufrimiento eterno.
ResponderEliminarLo siento.
Besos.
La gente tiene pesadillas con que se muere, tú al revés, no esperaba menos. Un abrazo.
ResponderEliminarMe has hecho pensar/recordar, el momento exacto en el que la/me perdí y el resto del tiempo ha sido una eterna y aciaga pesadilla
ResponderEliminaraciaga momento pesadilla
ResponderEliminarde blog
A veces se nos hace larga la vida y así me quedo con esa frase para que quiero alcanzar la enternidad?...
ResponderEliminarMe pongo en tu piel porque así lo he sentido.
Un abrazo
Gracias por tu empatía.
Eliminar