lunes, 14 de abril de 2025

Mi relación con mis clientes 
es jodidamente extraña. 

No sé si es porque yo soy rara,
o si se debe a la naturaleza de mi curro
que no es muy convencional. 

Piel con piel con ellos,
en distancias jodidamente cortas,
-físicamente inexistentes- 
al final se crea cierta cercanía, 
cierta confianza que es necesaria 
para que las sesiones sean soportables
para ambas partes. 

Aunque esa cercanía/confianza es artificial.
La genero para que no sea un puto drama 
cada vez que se tienen que desnudar 
y aguantar mi tortura durante horas. 

Es decir, no es de ida y vuelta. 

Básicamente porque lo que conocen de mí 
no es más que una máscara 
perfectamente diseñada 
para no morirme de hambre. 

Porque si me conocieran de verdad,
nadie en su sano juicio se me acercaría.
Os aseguro que no tendría trabajo. 

Pues el viernes estaba pinchando a una chica
a la que llevo años pintarrajeando. 
Ella me parece tolerable, pero su novia...
Uf, con la novia no puedo. 

Apareció para la última hora de la sesión 
con sus mierdas de siempre
y yo estaba ya cansada de cojones
y con la guardia baja. 

Así que no pude evitar vacilarla. 
No sé cómo se desarrolló la conversación,
pero acabé diciéndole que era una bocachancla.
Que se dejase de gilipolleces y de cuentos,
y que tuviese cojones a pedirle matrimonio. 

Por supuesto, todo en ese tono de humor
que en el fondo sabes que no es humor,
sólo una excusa para vomitar veneno suave. 
Sólo quería ponerla en una situación incómoda.

Sobre todo porque yo no creo en el matrimonio. 
Para mí no es más que un lucrativo negocio
basado en una institución obsoleta,
algo completamente desfasado y de otro siglo
que nunca me pareció que tuviese sentido. 

Jamás me casaré. 
De hecho, si alguien me pidiese matrimonio,
lo vería como el máximo indicativo 
de que esa persona no debería ser mi pareja. 
La simple idea me revuelve el estómago. 

Mi rechazo es brutal y absoluto.
No es algo nuevo, siempre lo ha sido, 
desde mi más tierna infancia. 

Pero claro, eso mis clientes no lo saben. 
Así que les vacilé dándoles argumentos
por los que deberían casarse de una vez.

La otra se picó, 
porque mi clienta no dudó en subirse a mi carro
y empezó a apoyar cada uno de mis argumentos.
Entre las dos metimos presión social 
y pusimos incómoda a la capulla. 

Fue divertido verla entre la espada y la pared, 
dos contra una en el debate. 
La cosa acabó entre risas,
bastante cínicas por mi parte,
he de decir. 

Pues esta mañana me he despertado 
con un mensaje emocionado de mi clienta
y una foto de la capulla arrodillada frente a ella,
dándole un puto anillo de compromiso. 

Que se casan, 
que es oficial 
y que qué alegría. 

Tócate los cojones,
no me lo puedo creer. 


Y qué hostias pinto yo en esa boda. 
Ni en ninguna. 

La hija de puta de la novia le ha dado la vuelta. 
Ahora soy yo la que estará incómoda 
porque no pinto nada allí
y lo tengo bastante complicado 
para rechazar la invitación 
sin perder a una clienta de años. 

Me cago en mi puta vida
y en mi estúpida bocaza de mierda. 

A ver si aprendo a puto callarme, joder. 











8 comentarios:

  1. Ja, ja, ja. Ya verás como en la boda, como haya discurso, dirá: "Un aplauso para Kiffi, mi tatuadora personal, que me dio el impulso que necesitaba para unir mi vida con esta mujer. Kiffi, ponte en pie, por favor". Y dos cientos desconocidos aplaudiéndote. Preveo futuras entradas sangrantes al respecto. :)):))

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No me jodas, cabrón. Qué mal cuerpo me acabas de poner xddd tu puta madre.

      Eliminar
  2. Creo que era imberbe la última vez que fui a un bodorrio... Y me refiero a esas de iglesia y banquete. Las que dan vergüenza ajena y ganas de ir con metralleta y hacer una matanza poética... De esas ya he rechazado varias o todas por cuestiones éticas y por salud... La última fue la de mi hermana, por el juzgado y sin banquete, cosa que agradecí y de eso hace ya más de tres lustros...
    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me pasa igual que a tí con esos eventos, una matanza a lo Tarantino, haría yo xddd

      Eliminar
  3. Mira quién fue la bocachanclas al final, jajajajaja

    Te veo de madrina de boda tirando pétalos de rosa mientras suena una balada, jajajajaa

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya te digo... Bocachancla nivel dios. Mejor que madrina, preferiría el puesto de niña de las flores, así se las voy tirando a la cara con mala hostia a todo el mundo, a ver si saco un ojo hahaha

      Eliminar
  4. Casarse está bien, no es necesario, pero está bien si es lo que te pide el cuerpo. En todo caso el matrimonio, no nos engañemos, ya no es lo que era..... Cuando alguien viene a mi despacho a divorciarse siempre le digo lo mismo: el divorcio no es un problema es la solución a un problema

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cada cual se jode la vida como quiere, no seré yo la que se lo impida a nadie, pero a mí que no me metan xd

      Eliminar

escupe.