*Soy consumidora habitual de productos autodestruyentes.
Sigo intentando morir, pero ellos no me dejan...
Dijeron que no era mas que un alma perdida acarreando un cadáver putrefacto.
Pero no importa, seguiré fingiendo que no pasa nada.
Y cada noche pienso que el hambre es lo único que contenta el alma de los locos.*
(Me gusta el modo en que la piel rebota, casi como un tambor a
cinco centímetros de mi cara, cada vez que las agujas la perforan
y la obligan a supurar tinta negra y sangre.
Disfruto tanto del dolor ajeno como he llegado a sufrir el mío propio.
Y sin embargo no produce en mí el más mínimo alivio.)
:(
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