Qué absurdo proceder.... 

El silencio ofrece silencio. 

Vago sin rumbo ni dirección, 

sin experiencia suficiente, 

sin coraje, ni valor. 

Atadas en corto, regresan

las lágrimas a su guarida secreta. 

Hablo sola.

Cuento la historia que me atormenta

a una habitación vacía. 

Y el descontrol, y la locura sin fin, 

continúan su recorrido imparables, 

convirtiendo los días en territorio hostil. 

Te odio sin límites. 

Por mentir, 

por haberte convertido en un monstruo. 

Por no ser una persona normal. 

Por ingenua. 

Te odio por todas las veces que me maltrataste. 

Por tu puta vanidad. 

Por no mandarlo todo a la mierda de una vez. 

Por no confiar, por perder el tiempo. 

Me odio por seguir viva.