Miro alrededor y veo el mundo arder. Es algo así como lo que siempre había querido.
Pero en lugar de avivar las llamas y regocijarme ante el espectáculo, me pongo a actuar como mi propia némesis y sobrevuelo el desastre mirando hacia otro lado.
Es casi como si estuviera intentando vivir, pero juro que es sin querer.
¿Será algún tipo de mecanismo de supervivencia extremo e inconsciente que se activa cuando estas tan al límite que en realidad hace ya días que saltaste del acantilado?
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escupe.