jueves, 18 de febrero de 2021

 Ha habido cambios.
No se como explicarlo.
Estoy asustada -eso no ha cambiado-
y confusa. 

¿Es así como empieza el final?

Muchas cosas siguen igual, 
supongo que me resulta más fácil empezar por esas porque las tengo más claras, imagino que por costumbre.

La ansiedad sigue dominando mi existencia. 
El miedo, la sensación de amenaza constante, de ser juzgada y señalada, el estado de alerta permanente. 

Los pensamientos intrusivos se han intensificado, en potencia y frecuencia. Todavía puedo encerrarlos en lo profundo de mi mente cuando los detecto, pero han empezado a afectarme físicamente. Cuando uno de esos pensamientos se me cuela siento un golpe en el pecho y el corazón se me acelera, se me pone la piel de gallina y me cuesta respirar, me cuesta minutos meterlo en su cárcel mental y estabilizarme de nuevo, nunca había percibido una respuesta física tan agresiva. 

También sigo teniendo problemas con la comida pero es como si hubiera olvidado todo lo que mi trastorno alimenticio me había enseñado todos estos años. 
No pierdo peso.
No gano peso. 
¿Estabilidad o estancamiento?
Se debe a un cambio de actitud que no controlo ni comprendo, estoy dejando de vomitar y de ayunar. A cambio estoy haciendo más ejercicio, vivo de café con leche de almendras y sacarina por el día, y por la noche... La noche ya no es refugio.
En realidad ya nada lo es. Todo lo prohibido resurge y me arrastra. 
¿Por qué me comporto como si creyese que hay un futuro? ¿Es el engaño de la promesa de estabilidad?
 No me reconozco a mi misma actuando de esta forma, no se qué hacer, solo quiero adelgazar hasta morir, ¿por qué no estoy haciendo exactamente eso? ¿Qué me pasa? 

El vacío se expande, las horas de soledad lo apaciguan y alimentan a partes iguales.
Siempre me he llevado bien con mi soledad, eso no es un problema, pero no recordaba lo fuerte que suenan los golpes en la puerta que sella mis demonios cuando estoy sola. 
No se si ellos son más fuertes, o yo soy más débil. No sé qué pasará cuando rompan las cadenas y salgan en estampida, o si lo harán algún día. La caja de Pandora es un triste chiste al lado de la mía. 







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