martes, 7 de junio de 2022

Piensas que en realidad no te conozco, 
pero hemos cometido los mismos errores. 
 
Lo ví venir. 
Intenté comunicarme pero
mis palabras no sirvieron de nada. 
- Mi verdadera voz 
es sólo parte de mi enfermedad.

Estoy corriendo fuera de tiempo y odio 
la forma en que piensas  que eres real. 
- Se siente como si estuvieras roto. - 
En la oscuridad sigues siendo hermoso, 
pero puedo ver que tienes heridas abiertas
que siguen sangrando.  

Los dos hemos visto la cara del ángel 
y la hemos escuchado cantándonos
desde nuestro reflejo en esa cuchilla. 

Sigue diciéndote a tí mismo 
que nunca has visto 
el cañón de esa pistola. 

Es como ahogarte en un charco 
de tu propia sangre. 




4 comentarios:

  1. Otro poema magnífico.
    Casi me dispara ese verso.

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  2. Esa pistola... delante o detrás del cañón... esa es la cuestión...

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  3. Esa espada de Damocles que no queremos ver, acabará con nosotros.

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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escupe.