Me alzo sobre una montaña de escombros,
con la ropa rasgada y cubierta de hollín y sangre.
Un humo blanco y denso envuelve todo y distancia los sonidos,
a través de él percibo los esqueletos tambaleantes de los edificios colindantes.
Hierros oxidados y retorcidos se levantan de entre los restos,
se escucha el sonido del agua a lo lejos, quizá alguna tubería rota que vomita agonizando.
Miembros descuartizados gotean charcos de sangre, huele a fuego, a cadáver, nieva ceniza.
Me mantengo de pie, contemplando, esperando.
Poco a poco los gritos desesperanzados tiñen la escena con puro terror.
Sirenas a lo lejos, que no llegan a tiempo.
Y por encima de todo, desato una carcajada feroz...
-Lo he hecho yo, ¡he sido yo, insectos..!
¡Acabaré con todos, y lo haré despacio!
¡No tenéis ni idea del monstruo que habéis creado..!
No me vais a ver venir...Dejaré pilas de cadáveres a mi paso...-
Me siento mejor.
Lo único que mejoraría la escena sería una bala certera
entre mis ojos justo en ese momento.
yo te hago llegar esa bala certera, si quieres.
ResponderEliminartambién puedo escupirte cuando estés cadáver, si te hace sentir mejor.
pero eso sí, antes dame el placer de chapotear en ese jodido oceano de sangre con tropezones!!!
Trato hecho, no vale echarse atrás.
ResponderEliminarGracias por el añadido.
sabes que no sería capaz, otros tendrán más agallas para hacerlo... sólo escribo borracho.
Eliminarpor desgracia (para ti) te aprecio demasiado.
Que afan por destrozar lo que se autodestruye solo...es cuestion de tiempo que caigamos como moscas....
ResponderEliminarEso si: yo mataria a much@s tambien antes de petar yo misma...sobre todo a los que no saben lo que es padecer este mundo...y a aquellos que me volvieron como soy...sin duda.A esos les arrancaba las tiras de pellejo vivitos y coleando, y creo que ni siquiera sentiria remordimientos por ello.