Los de mi raza, medio salvajes, somos conocidos como "Osamodas" (léase al revés),
reconocidos por todos como los únicos con el poder de la resurrección.
Tengo un par de cuernos y una cola larga y negra en forma de flecha.
Discípula de Silvosse, leal a la orden del Ojo Atento y a la ciudad de Bonta.
Domino el fuego y el arte del camuflaje, curo, protejo y potencio a mis aliados.
Espía ilustrada, cazadora de renegados, asesina suprema y maestra de los espejismos,
son algunos de mis numerosos títulos y medallas.
Vamos, que soy la polla en vinagre y no se me resiste ningún enemigo.
Juego a Dofus porque allí, como se aprecia, cualquier cosa es posible.
Y llevo jugando casi tres años, ojo, que todo eso no lo he conseguido así como así.
De hecho, todo eso lo he conseguido completamente sola.
Sin el respaldo de gremios, alianzas ni otros jugadores.
Porque al parecer, cualquier cosa es posible en el Mundo de los Doce...
excepto que yo "haga amigos"*.
Porque eso es imposible en ese, en éste y en cualquier otro universo.
Porque llegáis a darme asco incluso desde otros países y a través de la pantalla.
Porque me siento abrumadoramente sola en mitad de éste océano de incomprensión.
Porque no puedo entenderos, y vosotros a mí menos aún, aunque hablemos el mismo idioma.
Me parecéis todos basura espacial y ratas del infierno,
sin importarme edad, sexo, raza, religión o país de origen.
No os soporto, morid.
Que te digo...?
ResponderEliminarRealmente deberian morir solo los "felices"...asi nunca nos dariamos cuenta de cuan desgraciados somos los que malvivimos año tras año...para nada en especial.
Un saludo.