Me gusta cuando
estoy sola e ilocalizable.
Cuando nadie sabe
dónde estoy
o qué estoy haciendo.
Es que cuando estoy sola soy infinita.
Pero cuanta más gente me rodea
más pequeña me hago.
Me convierto en una bolita diminuta
e infinitamente densa.
Tangible.
Pero en la soledad desaparezco,
me evaporo y expando,
y dejo de ser yo,
porque no hay alrededor
nadie para definirme.
Como el sonido del árbol que cae
cuando nadie está ahí para escucharlo.
Quiero ser ese sonido.
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escupe.