martes, 16 de agosto de 2022

Estoy mal, y eso está mal.
Hay que estar bien, es obligatorio. 
Pero estoy tan jodidamente mal, 
desde hace tantísimo tiempo, 
que me da vergüenza reconocerlo
y ya ni siquiera estoy segura de saber 
qué es exactamente "estar bien", 
solo sé que nadie debe descubrirme nunca. 

Mi plan es, a grandes rasgos, 
fingir que sé nadar mientras me ahogo, 
rodeada de gente que cree que sé nadar
y no se da cuenta de que me estoy ahogando. 

Simplemente aprender a nadar 
por mí misma y sin ayuda de nadie 
antes de ahogarme del todo, 
o morir en el fondo. 

No es orgullo, es que  
si no puedes salvarte a ti mism@, 
eres una carga para el resto. 

Y de todos modos 
nadie puede nadar por ti. 

No hay otra alternativa,
salvo, quizá, la fortuna 
de llegar a arrastrar conmigo
a alguien que se lo merezca. 
Aunque eso me hace preguntarme
si el mundo se merece que le libre 
de un solo hijo de puta. 

Qué más da, 
nada marca la diferencia
en un mundo tan putamente masificado. 

Analizando la situación fríamente, 
quedan pocos segundos de oxígeno 
en mis exhaustos pulmones, 
y ni he aprendido a nadar todavía, 
ni sé cuántos metros de agua 
tengo por encima ahora mismo, 
pero está claro que suficientes 
como para no ver más que oscuridad
y empezar a dudar 
de si alguna vez
estuve en la superficie. 



[...] 



- Y no, esto no es un grito de ayuda. 
Sólo una reflexión estúpida 
en un blog de mierda 
como parte de la nota suicida 
más larga y patética 
de todos los tiempos. 

No os flipéis. 





10 comentarios:

  1. No te agobies.
    Aquí, bajo el agua, en el fondo de todo... tampoco se está del todo mal.
    De entrada no ves a casi nadie con la alegría que eso comporta.
    Y un secreto: con el tiempo empiezan a salirte branquias... pero no se lo digas a nadie que si no vendrán como los besugos que son.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No me importa bucear entre los cadáveres del fondo, pero las branquias no me terminan de salir, espero que tengas razón, sinceramente.

      Eliminar
  2. Me apunto, a eso de ahogarnos juntos
    pero tú primero
    así te quedará la duda
    si yo te seguí
    o te engañé
    y me quedé con todas tus pertenencias.

    Bromas a parte, gran ejercicio de estar harto
    de este jodido planeta.

    Enhorabuena, besos salados, por el mar
    no seas mal pensada.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es por esas cosas que el descenso a los infiernos es un camino tan solitario xd

      Eliminar
  3. Ainsss... qué te digo? Como ha dicho Toro, tampoco se está tan mal, pero hay que aprender a subir. A mi me reconforta subir y flotar sobe la superficie, horas y horas...
    Y no, que no se te suba el ego ;P que la más larga y patética no es. ;)

    ResponderEliminar
  4. Solo hace falta desear mucho una cosa, ya sea en silencio o en voz alta, para que no se cumpla. En tu caso, seguro que habría un montón de eficientes socorristas a los que no lograrías engañar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Entonces desea mucho y muy fuerte lo contrario que yo, desea que algún socorrista me salve para compensar mi deseo de no ser salvada. A ver qué hace el universo entonces.

      Eliminar
  5. A mí me ha hecho falta el «no os flipéis» final para quedarme tranquila. Eso me hace sentirme un poco tonta, porque me he dado cuenta de que todavía no sé diferenciar entre un grito de ayuda y una reflexión o desahogo.

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Irónico, verdad? Que una entrada sobre no pedir ayuda jamás aunque suponga morir, sea entendida como un grito de ayuda. Me imaginaba que habría lugar a esa interpretación, de ahí la aclaración final.

      Eliminar

escupe.