domingo, 15 de diciembre de 2024

 Luigi Mangione


Te amo ♥️



jueves, 28 de noviembre de 2024

Reseteo de todos los sistemas completado.
Nuevas actualizaciones instaladas.
Eliminación de bugs exitosa. 

Informe de error:

- Tuve un momento de debilidad 
y me dejé llevar por el victimismo extremo.
Se recomienda no tenerlo en cuenta,
el error no es representativo del sistema. 
Ya se ha corregido el punto de vista,
y restablecido la conexión con la realidad.
Se ha recuperado el protocolo principal: 
Los golpes vitales han dejado de corromper
y ahora recargan la fuente de energía 
con mala hostia, sin límite previsto. 

En resumen: 

No me hagáis ni puto caso.
Ésto no se acaba hasta que mate a alguien.
Se recomienda mantener 
el perímetro de seguridad 
hasta nuevo aviso.

Fin del comunicado.

miércoles, 27 de noviembre de 2024


 Honestamente,
ojalá me hubiese llevado el agua.


miércoles, 20 de noviembre de 2024

Quizá cueste de creer, 
pero todavía existe gente que hace cosas
sin publicarlas en internet. 

Estos días he tenido insomnio agudo. 
Casi me he forzado a ello
porque me aterroriza dormirme. 
Tengo sueños extraños y espantosos,
supongo que fruto del estrés 
de intentar sacar mi vida a flote 
en mitad del puto apocalipsis. 

Todavía, a más de 20 días de la catástrofe,
siguen apareciendo cuerpos. 
Es evidente que muchos quedarán sepultados
bajo el barro para siempre. 
(Aunque en las noticias no suba el número)

Y mi mente hace cosas extrañas. 

La huida de la realidad 
como mecanismo de supervivencia 
me ha tenido escribiendo días y días. 
No paro de escribir. Durante horas.
Todo tipo de cosas, muchas sin sentido. 

Estoy haciendo recuento 
y tengo suficiente material 
como para publicar dos novelas. 
No es broma. 

Creo que se me ha ido la pinza a otro nivel. 
No sé si debería empezar a preocuparme. 



lunes, 11 de noviembre de 2024

Valencia, 
una de las avenidas principales.
Trafico colapsado, atascos, 
carreteras cortadas. 

Estoy en una parada de autobús superpoblada 
de gente esperando a autobuses 
tan cargados que ni paran.
El conductor nos mira mientras pasa de largo.

Una hora y pico, allí. 
Alrededor de 50 personas esperando.
Ya estaba tan desesperada que saco un cigarro.
Mi cara debe de ser un verdadero poema, 
porque veo a un chico de mi edad a unos metros
que se ríe al verme encenderlo a resoplidos. 

Se acerca decidido hacia mí, 
pienso que va a pedirme un piti.
Pero no. 
Me pregunta a dónde voy. 
Mi mirada debe ser tan hostil y de desconcierto 
que se apresura a decirme hacia dónde va él,
y me pregunta cuántos autobuses han pasado. 

La desoladora respuesta es 5, 
pero ninguno ha parado.

Le veo igual de hecho mierda que yo,
así que respondo a su pregunta,
le digo que voy en la misma dirección que él. 

Me pregunta si quiero compartir un taxi. 

Antes de darme cuenta, 
estábamos gritando al rebaño 
si alguien más quería compartir taxi.
Una chica, también de nuestra edad,
se abre paso entre la multitud 
y los tres desconocidos paramos un taxi, 
una calle más allá. 

Juro por Cthulu que no sé cómo
hemos empezado a hablar
como si fuéramos amigos de toda la vida. 
El taxista incluido, por supuesto. 
La siguiente media hora ha sido
despotricando sin ningún tipo de filtro
y cagándonos en todo lo cagable 
hasta los cojones de todo y todos. 
Los cuatro.

No sé nada de ellos, ni conozco sus nombres.
Perfectos anónimos sin nada más en común 
que un odio visceral y descomunal 
saliendo de cada uno de nuestros poros
a borbotones y sin control. 

Todos de acuerdo en el odio de todos,
odiando en la misma dirección y sin colores,
intensamente, casi fraternalmente. 

Ha sido como un vínculo fugaz,
una conexión extraña.

El chico ni siquiera nos ha dejado pagar,
creo que necesitaba tanto desahogarse
y le ha sentado tan bien
que yo qué sé, no tengo ni idea. 

Nos hemos despedido 
y cada uno ha seguido su camino.

Ni siquiera había compartido taxi antes
con un desconocido.

No sé, ha sido... raro.
El odio une, supongo.









jueves, 7 de noviembre de 2024

 <<Yo no amo a nadie y no quiero nada,
excepto la soledad y reposo,
reposo y muerte o como se llame eso
donde ya nadie molesta, no te nombra,
ni viene tarde o temprano. 
                                            Estoy cansado.
[...] 
Me he quedado sólo y no amo a nadie:
No amo ni siquiera los recuerdos
y los escribo para librarme de ellos.>>

Leonid Andréiev   |  El abismo






miércoles, 6 de noviembre de 2024

Actualización de la situación.
(Porque total, no tengo curro pero sí tiempo)

He estado toda la mañana en Aldaya. 
Me he cruzado con varios militares,
(contados con los dedos de una mano).
Hay helicópteros de la guardia civil 
sobrevolando la zona todo el rato. 
Algún que otro camión de emergencias,
y varios tractores pequeños moviendo barro.
Sirenas, sirenas todo el rato en la lejanía.
Muchísimos civiles caminando por las calles,
limpiando y cargando bultos de un lado a otro.
Gente haciendo cola para conseguir 
agua potable y comida.
Parece un hormiguero humano.

Ya me preguntaba por la presencia policial
cuando me he topado con unos cuarenta,
girando una esquina.
Apiñados a las puertas de un garaje,
bastante consternados. 
Olía a muerte y, a pesar de la multitud,
reinaba el silencio. 

Un kilómetro más allá,
me he cruzado con una señorita muy limpia
que paseaba un enorme golden retriever,
dorado y resplandeciente. 
El perrete, sonriente y ajeno al caos,
ha meado tranquilamente en una farola,
y su dueña, muy cívicamente,
ha sacado una botellita de agua de su bolso
y la ha tirado sobre la meada de su perro
para limpiar la farola. 
Una farola completamente llena de barro,
en una calle semi-inundada 
y amontonada de escombros. 

Luego ha seguido con su paseo como si nada. 

No sé cómo interpretarlo. 
Me rompe el cerebro. 
El ser humano es fascinante. 



martes, 5 de noviembre de 2024

Bitácora de la catástrofe.

Dia...creo que 5. Puede que 6.
No sé, el caos densifica el tiempo.

A los que estáis acudiendo desde fuera
a los medios oficiales como la televisión 
para informaros de lo que pasa en Valencia,
os aviso de que os están mintiendo. 

Podéis creeros el relato 
con el que más cómodos os sintáis,
pero os aseguro que los muertos son miles.
No paran de sacar cadáveres de los garajes.

El hedor a muerte se mezcla en las calles
con el de la basura que se amontona
tras días sin que nadie venga a recogerla
y que se va sumando a los escombros.
Ningún servicio cualquiera del ayuntamiento
se ha dignado a presentarse desde la tormenta,
incluso en zonas como la mía 
donde hay acceso y caminos despejados. 
La policía sólo está para joder,
y no veréis a ninguno con el uniforme sucio. 

Las ayudas donadas que envían no llegan.
Protección Civil está desviando los camiones 
a naves privadas donde sólo almacenan
la maquinaria de valor, que no están usando,
y tiran la ropa y la comida. 

Se sigue negando la ayuda de los voluntarios,
que vienen a pie sorteando a las autoridades
que tratan de detenerlos y hasta los multan.
No quieren que vengan, aunque hacen falta. 
Es surrealista.

Los civiles se han organizado esta tarde 
para que los recursos lleguen a la gente.
Han comenzado a llevar los camiones
con los recursos que la gente ha donado
a las casas falleras, a modo de almacén,
porque todo lo que llega al ayuntamiento 
o a cualquier tipo de autoridad,
se desvanece en la nada
y no llega a ningún sitio.
(No donéis nada, ni enviéis nada,
por ningún medio del Estado. 
Tampoco a ninguna ONG.)

Mañana empezarán a repartirlo por las calles,
directamente desde los camiones,
a megafonazo, los civiles. 
Porque es la única manera.

Hay embalses distribuyendo
agua contaminada a una población 
que está respirando putrefacción.
La epidemia está a la vuelta de la esquina,
los comercios vacíos, las ratas por las calles.
No hay cojones a salir por la noche,
entre los robos, los asaltos, los gritos...
la jungla. 

Al menos se aseguraron de arreglar la red,
para que los medios pudiesen retransmitir
la visita de los políticos y los reyes
que nadie pidió. 

No os preocupéis,
que la policía se llevó los coches 
de los voluntarios que había allí ayudando,
para que sus majestades tuviesen
el camino despejado a su llegada. 
Esos coches acabaron en un almacén,
a varios kilómetros y con su respectiva multa. 
(¿Eso lo dijeron en las noticias?)

Sí que había grúas para eso.
Para despejar los caminos y las casas, 
para ayudar a la gente atrapada, no tanto.
Y luego dicen que es la extrema derecha 
la que tira barro a sus majestades. 
No el pueblo, indignado y abandonado.
Claro. Me parto. 

Os aseguro que este caos es inédito
y la mierda repetitiva que vomitan las noticias
no llega ni a versión edulcorada de la realidad.

En fin, seguiré informando desde la zona cero,
mientras busco en Google cómo hacer
una pistola casera de autodefensa.
No sea que me cruce con un político o un rey. 
Esa peña es peligrosa y da miedo. 




Por favor, dadle todos 
un fuerte aplauso a Pablo.

Vosotros no lo conocéis, 
pero Pablo se ha cruzado hoy toda Valencia,
ha atravesado barro y escombros,
ha escapado de la policía y del ejército,
prácticamente ha nadado entre cadáveres,
para llegar a tiempo a su cita para tatuarse,
a pesar de que le dije que no lo hiciera. 

Y no sólo eso, sino que ha llegado 
diez minutos antes de tiempo. 
Maldito cabrón tenaz xd. 

Es la única persona de mi agenda
que no ha cancelado su cita este mes. 
Gracias a él, podré fumar estos días. 

Gracias Pablo, te queremos. 

Sé que cuando estalle la tercera guerra mundial,
tú seguirás ahí, 
pidiéndome cita para pincharte.  

Siendo la eterna constante
en este mundo caótico y absurdo...
hasta que ya no te quede 
ni un centímetro de piel sin tinta. 

Nunca vas a leer ésto,
pero eres mi puto héroe. 



jueves, 31 de octubre de 2024

Bitácora personal.

El día después de la tormenta.

Hay muy pocas cosas que me sorprendan ya a estas alturas, especialmente en lo relacionado con el ser humano. No obstante, he de decir que ésto sí que no me lo esperaba. 

Las torres repetidoras han debido de caer. 
Es una especulación basada en que la cobertura va y viene todo el rato, y el wifi ni está ni se le espera desde la noche de la tormenta. 

Esta mañana a primera hora, escuchaba los gritos de la vecina traumatizada al encontrar un cadáver en la calle, entre el barro y los coches. 
Parece cine.

Yo he tenido suerte, la verdad, estoy intacta. 

Soy una persona jodidamente solitaria, con mucha más facilidad para romper lazos que para hacerlos. También soy honesta, y dentro de mi honestidad no tengo ningún problema en reconocer que soy estúpida, cínica, borde, gruñona, cabezota, antisocial, analfabeta, insoportable y tonta del culo. 
Lo soy, y está bien así, no pretendo cambiar.

Por eso no tengo amigos. 
Nadie con esa descripción puede generar ningún tipo de impacto positivo en nadie, como para mantenerlos cerca mucho tiempo. 
Especialmente si me aseguro de que nadie se acerque demasiado, como hago.

Por ese motivo me ha sorprendido que hoy, a lo largo del día, no hayan parado de entrar mensajes en mi teléfono, cada vez que había un atisbo de señal. Decenas y decenas de mensajes preguntando si estaba bien. 

La gran mayoría era de mis clientes. 
Sorprendentemente.

Me pregunto cómo de errónea puede llegar a ser nuestra percepción del impacto que generamos en las personas con las que interactuamos.
Cómo de imposible resulta medirlo y controlarlo.
O si simplemente es una muestra empírica más de que el ser humano se mueve únicamente por cosas detestables como el morbo y la curiosidad.

Esas personas ni siquiera deberían recordar que existo, sólo soy una tipa que les pintarrajea el cuerpo de vez en cuando y les da charla de fumados mientras tanto. Qué cojones. 

Total, las carreteras siguen cortadas, es posible que la luz se vaya, internet es un recuerdo intermitente y no hay nada más que hacer que rayarse un rato. 

Así que, cancelado el curro de los próximos días, voy a fumarme tremendo PORRO, con un café calentito, y seguiré informando. 

Saludos a los del exterior, si es que esta mierda llega a publicarse en algún momento xd
Joder...

miércoles, 30 de octubre de 2024

Que sepáis 
que la destrucción de Valencia
es culpa mía. 

Los tornados, las inundaciones, el caos...
Ha sido mi culpa, 
porque el Universo se ha dado cuenta 
de que las cosas me estaban saliendo muy bien. 

Todo ha sido para compensar 
mi buena suerte momentánea.
Una cuestión de equilibrio cósmico. 

No tengo pruebas, 
pero tampoco dudas. 

No importa, 
puedo cargar con la culpa. 
Aunque no con los gastos,
esas reclamaciones al Universo,
que ya bastante tengo 
con no haberme ahogado.








viernes, 11 de octubre de 2024

Hoy se han firmado los papeles oficiales.

Se ha constituido y sellado el futuro,
o la ausencia de él. 
(Es pronto para saberlo).

Sólo quería dejar constancia en algún lugar
para que, cuando el día de mañana me pregunte 
cuándo empezó a cambiar todo,
pueda recordar la fecha exacta. 

No sé si ésto saldrá bien 
o terriblemente mal.
Pero tengo la certeza de que será diferente. 
Y ha empezado oficialmente hoy. 

Así que...

Kiffi del futuro que lees esta entrada:

 No importa si ésto destruye por completo
lo que quedaba de tu/mi vida.
Recuerda que la partida ya estaba perdida,
incluso antes de empezar. 

No lo has mandado todo a la mierda.
Ya estabas en la mierda.
La mierda siempre fue 
nuestro punto de partida.

Si algo ha salido bien, ha sido de gratis. 
Porque nuestro esfuerzo nunca cambia nada.
Una interminable lista de fracasos 
avala mis palabras.

Cuando todo salga catastróficamente mal
y estemos asomándonos por esa repisa...
llorando patéticamente 
y culpándonos a nosotras dos por la derrota,
recuerda que no había opción a victoria.

Con este monumental último esfuerzo,
realmente no pretendo conseguir nada.
Salvo, quizá, ganar algo de tiempo
atrasando lo inevitable.

Si tan sólo consigues recordar eso,
nuestros últimos momentos en este mundo
serán despidiéndonos de la vida
con una enorme carcajada.
(Como decía Bukowski que debe de ser.)

Te lo aseguro .











viernes, 4 de octubre de 2024

 


***Qué quieres que te diga...
a veces la locura 
es la respuesta
más racional posible.

miércoles, 14 de agosto de 2024

 Vomito,
y vienen a mí mente imágenes.
Escenas de personas que he conocido.
Situaciones que he vivido.
Palabras.
Colores.
Sin que yo tenga voluntad sobre ellas
o ningún tipo de control.

Esta mañana podía ver nítidamente 
a Cala vomitando en el descampado,
a las tantas de la madrugada,
con una botella de cerveza en la mano
y las canciones de nuestros amigos borrachos
a lo lejos.

Como si me hubiese transportado 
a aquel lejano fin de semana
y estuviese reviviendo ese momento de nuevo.

Yo estaba ahí agachada, frente a la taza,
escupiendo el café y las tostadas de esta mañana,
y en mi cabeza sólo veía a Cala 
riéndose conmigo y gritando a los cuatro vientos
que íbamos a ser invencibles.
Que los locos eran ellos.
Que seríamos las mejores
y nunca nadie 
nos volvería a pasar por encima.


Luego me vienen recuerdos difusos,
imágenes del baño del local.
Me veo agachada frente al WC 
mientras Cala sostiene la puerta 
y parlotea sobre el camarero.

También una imagen de una mesa,
con unas seis personas sentadas junto a mí.
Conversan, ríen, cantan, está oscuro.

Un chaval con cara de inocente
que está sentado a mi lado
bebe algo de un vaso de plástico 
y me pregunta mi nombre.

Termino de vomitar mi desayuno 
y todo se desvanece.
Como un recuerdo que casi es un sueño.
Ya no hay imágenes.
Ni respuestas.
Ni Cala riendo.
Ni gente cantando.


Joder, estoy tan enferma...
de mirar en el puto espejo.

Ya no hay desayuno.



Creo...
creo que teníamos unos quince.







martes, 13 de agosto de 2024

Hoy es martes y 13. 
El día de la mala suerte. 

(No como el resto de días, 
que son un 'no parar' 
de buenas noticias 
y grandes eventos 
para la humanidad.)






miércoles, 7 de agosto de 2024



Un día después de mi suicidio,
todo eso sucederá. 

Sólo tengo que recordarlo. 
Mantenerlo en mi mente. 

Joder, lo estoy intentando. 

Lo estoy intentando.







jueves, 25 de julio de 2024

Hormigas. 

Para las hormigas,
incluso a pesar de ser 
mogollón en cada hormiguero, 
el individuo cuenta.

Cuando una hormiga 
está en problemas,
se le ayuda. 

No importa si está herida, enferma o atrapada. 

No obstante, 
es la hormiga en problemas 
la que decide si se deja ayudar
o si ya es demasiado tarde para ella. 

Si sabe que podrá salvarse, sobreactúa.
Muestra en exceso esa enfermedad,
pide auxilio y espera a que la ayuden. 

Ellas saben identificar el problema 
y actuar en consecuencia. 
Aplican un tratamiento u otro
en función de la herida que presente.

Frente a una infección,
Algunas utilizan sustancias microbianas.
Otras realizan amputaciones de forma calculada.
Cuando la infección está a la altura del fémur,
siempre amputan. 
Pero nunca a la altura de la tibia,
lo que aumenta enormemente 
su tasa de supervivencia
debido a su morfología.

Se le cura y cuida 
hasta que está recuperada.

Pero si la hormiga en problemas 
decide que es demasiado tarde para ella,
no pide ayuda.
No consume recursos del grupo.
No pone en peligro a los demás por ella.
Disuade a los que van en su ayuda
y se deja morir. 

Piénsalo por un segundo. 
Analízalo.

Y tú creyendo que son 
una mera plaga en tu cocina.

Nuestra especie 
es la puta plaga. 
No ellas. 




domingo, 14 de julio de 2024

"Tengo que aguantar un día más."



"Tengo que aguantar una semana más."



"Tengo que aguantar un mes más."



"Tengo que aguantar un año más."



"Tengo que aguantar."



"Tengo que aguantar."



"Tengo que aguantar..."



"Tengo que aguantar....."



"¿Tengo que aguantar..?"



"¿Qué coño estoy haciendo..?"


lunes, 8 de julio de 2024

Recuerdo la primera vez 
que enseñé uno de mis textos a alguien. 

Era un relato corto de mierda,
escrito con la caligrafía temblorosa
propia de una cría de principios de primaria,
en una libreta A5 azul de folios cuadriculados.
 
- Todavía lo conservas, cierra los ojos. 
Puedes verlo con nitidez, reposando inerte
dentro del baúl de madera maldito.
Ese que todavía te espera cerrado,
en la habitación de la estúpida niña que fuiste,
allá en el pueblo, en casa de tus padres. 
El baúl de la vergüenza.
Tu caja de Pandora personal,
donde amontonaste todos esos sucios diarios
llenos de detalles, dibujos y verdades horribles,
secretos que NADIE DEBE CONOCER NUNCA.
¿Verdad que te tortura 
recordar su existencia?

Se lo enseñé a I*
(El relato, claro.)
Ella era la única persona 
con la que tenía un trato relativamente cercano,
cuando a ella le apetecía por lo que fuera. 

No se puede decir que fuéramos amigas,
porque yo no tenía amigos. 

Éramos personas muy diferentes.
Yo era un bicho raro y ella era una niña normal,
un poco cursi y repelente, algo histriónica, 
pero dentro de lo normal del común de las niñas.
Por eso me pareció buena idea 
pedirle a ella que me diese su opinión 
sobre mi -terrible- relato corto. 

- En serio, era muy malo.
Lo diseñaste desde el principio 
con una única y clara intención: 
que gustase a tu público objetivo;
niñas de primaria que te odiaban
y que gustaban de cosas
que nada tenían que ver contigo,
y que tú odiabas, como unicornios.
Una soberana mierda, diseñada para ellas. 
Ya era un fracaso antes de empezar a escribir.
Creíste que si les gustaba algo que hacías,
tal vez tú podrías gustarles también.
-Qué pronto aprendiste esa lección.-

I* terminó de leer con cara de zapato,
me miró con esa expresión que mezcla
tanto tristeza como repudio y asco,
-¿condescendencia..?- y lanzó su crítica 
sin ningún tipo de lubricante, para decir:

"Habría sido genial
si no te centrases tanto en las descripciones.
Es aburrido que lo describas todo.
Eres una pesada."

Es curioso el modo en que 
la crítica literaria de una niña repelente 
puede darte la perspectiva que necesitas
para comenzar a entender 
el mundo en el que vives
y el lugar que ocupas en él,
o cómo de equivocados son los caminos
que pisas en cada momento,
así como erróneas las personas
que te cruzas en ellos.

No sé por qué me he acordado de eso.

Estúpida I*.
Maldita idiota retrasada. 
Gracias,
pero que te den. 


domingo, 7 de julio de 2024

 ¿En qué momento exactamente 
se te ocurrió que el camino hacia tus metas
pasaba geográficamente por el epicentro
de este infernal mercado de carne humana?

- SIEMPRE es culpa mía, ¿verdad? -

Ninguna voz se responsabiliza nunca. 
Esas, que a veces me susurran
y otras me gritan con violencia. 

Las mismas que, a golpes y entre risas,
arrastran mi cadáver destrozado 
por caminos de gravilla candente 
y esquirlas de metal oxidado, 
señalando brillantes destinos lejanos
jodidamente inalcanzables,
jurando la existencia de remansos de paz 
en horizontes que prometen 
no ser tanto pedir.

- ¡Vamos! 
Te desenvuelves bien en el caos. 
¿Cuál es tu puta queja? 
Estás hecha para esto. 
Es tu puto elemento.

Nadie más en la superficie 
de esta roca estúpida 
sería capaz de salir cuerdo 
de esta situación.

-¡Hacía falta alguien como tú,
con tu bajo nivel de cordura!- 

Toda tu maldita vida no es más 
que un perpetuo entrenamiento 
para salir viva de mierdas así,
hasta que te pegues un tiro. 

Enjoy.









sábado, 15 de junio de 2024

No te sirve de nada ser inteligente 
si no usas esa inteligencia 
para ser feliz.

Supongo que esto es aplicable
a cualquier herramienta de la que dispongas. 

En mi caso, no cuento 
con una belleza despampanante,
un carisma arrollador,
millones en el banco,
don de gentes... 

Sólo tengo para desenvolverme en este mundo
fuerza intelectual y cabezonería. 
El problema es que soy mi mayor enemiga
y tiendo a usarlo en mi contra
en un ejercicio de autodestrucción constante 
que, si lo piensas, es de sentido común.

-Osea, analiza cuanto sabes de mí y dime 
que el maldito mundo entero
no estaría mejor sin gente como yo.
Es tan simple como reducirlo
a la imposibilidad de contra-argumentarlo. 
Soy la primera en saberlo, 
ni os esforcéis.

Me cuesta ganarme en un debate a mí misma,
y siempre vence la yo cínica y pesimista. 
Y me digo:

-Es que para ser feliz hay que tener 
como mínimo la capacidad de serlo. 
¿La tienes? ¿dónde?

Y claro, me autocierro la boca. 



- conversaciones que tengo 
conmigo misma a la hora del café.



domingo, 9 de junio de 2024

Hoy es uno de esos días 
en los que me he levantado 
siendo poco menos 
que un despojo mental. 
-Que no me importe reconocerlo 
seguramente sea síntoma de ello.-



sábado, 1 de junio de 2024

-¿Sabes lo que hace esta cosa 
con la que te estoy apuntando?

-Si...me, me hago una idea, si...

-¿Y conoces la expresión 
"tengo tantas ganas de pegarte un tiro,
que se me ha puesto dura"..?

Ahg.....maldita sea.

[Creo que vas a estar recibiendo 
llamadas mías
durante los próximos 9 años,
todas de esta noche.]

-Cuando descuelgues,
salúdame de mi parte-




miércoles, 29 de mayo de 2024

 


El tipo que hizo este montaje es,
sencillamente,
un genio.

-Hay la suficiente gente muerta de calidad ahí 
como para hacerte una idea de cómo sería 
algo parecido al paraíso.

Daría todo mi maldito dinero y vendería 
hasta el último de mis bienes 
si fuese necesario -y sin dudarlo-
para ir a ese concierto. 



domingo, 5 de mayo de 2024

Hoy en día 
decir que Frida Kahlo está sobrevalorada 
es como decir que el emperador está desnudo. 
¿Pero sabéis qué? 
Lo cierto es que el emperador está desnudo
y Frida Kahlo es una puta mierda. 

Y tú puedes ser lo que tú quieras ser, 
(como dice Barbie). 
Puedes ser feminista, por ejemplo. 
Pero no puedes hacer que los demás 
seamos lo que tú quieras que seamos, 
(no por ello ya somos machistas si discrepamos).
-Puedes alterar tu realidad, 
pero no la del resto.-

No, Frida no era feminista. 
De hecho, estaba muy muy muy lejos
del ideal de mujer feminista empoderada. 
-El emperador está en pelotas, queridos.-

Decir esto no es hacer amigos. 
Se me tacha de muchas cosas por ello, 
especialmente las feministas de este siglo, 
que a menudo entran en cólera 
como cristianos a los que se les tambalea la fe. 

Y me parece muy curioso cómo dirigen su ira
hacia aquellos que defendemos la verdad,
en lugar de enfadarse con aquellos
que les hicieron creerse una mentira
en primer lugar.

Y sí, es LA VERDAD. 
No tenéis que creerme a mí, 
que he estudiado historia del arte 
más años que una imbécil.

Basta con entrar en internet 
y leer el puto diario personal de Frida, 
para comprobar que era una tipa 
completamente obsesionada con Diego Rivera, 
artista muralista (por méritos propios)
del que se colgó enfermizamente 
para conseguir la fama que consiguió,
la cual no podía conseguir por sí misma
porque era una pésima pintora 
y tu prima de cinco años dibuja mejor,
(sólo hay que ver sus cuadros).
No hace falta saber de arte
para asombrarte con las basuras visuales
que cagaba esta mujer.

Y por cierto, lo de obsesionarse con Diego
no era una estrategia para su carrera,
ya que hizo menos de doscientas obras
en tooooda su perra vida, que es nada.

No, no. Lo de Diego era obsesión de verdad.
Lo vemos en sus cuadros ocupando su frente. 
Lo vemos en su diario esquizofrénico. 
Todo su mundo giraba en torno a un hombre
que no quería saber nada de ella,
al que perdonaba los cuernos 
que le ponía con su hermana
y esas cosas súper feministas
(entre otras muchas más)
que la colocan en el trono 
del icono de la mujer actual,
por lo visto. 

Venga, no me toquéis los huevos. 
Al menos leed en wikipedia 
a quién coño estáis enalteciendo
antes de lanzar vuestro ridículo odio,
que no sabéis ni quién os miente
ni lo que estáis defendiendo. 

He tatuado muchas Fridas 
a muchas feministas,
y os juro que es 
como si un judío 
me pidiese un tatuaje 
de una esvástica nazi.

Poco menos que surrealista.

Es que, 
nos merecemos el mundo que tenemos,
de verdad. 
Este mundo de mierda.